El
desarrollo de un Holocausto anunciado dirige un musical que supone un grito a
la libertad
‘Cabaret, el musical de Broadway’, continúa su gira en Zaragoza con
un espectáculo que analiza con humor el declive de la sociedad alemana de los
años 30. El nazismo, la homosexualidad, la prostitución o el rechazo de la
felicidad plena por miedo a la pérdida de un futuro idílico e improbable marcan
el guion que conduce a un final solitario e inevitable.
El musical que arrasó en los
Premios del Teatro Musical no deja indiferente a nadie. La sutilidad con la que
abarca temas que causan melancolía combinada con su ridiculización consigue
crear una comedia creíble y plena, donde el espectador es capaz de alcanzar un
estado de evasión y abstracción total. Una atmósfera de glamour y pesar en la
que el público siente la necesidad de lamentarse por el futuro al que se dirigen
irremediablemente los personajes. Videntes sentados en sus asientos, atados de
pies y manos, que a pesar de la pesadumbre, no se les pasa por el pensamiento
alzar la mano, nunca nadie osaría interrumpir tanto esplendor.
‘Cabaret’ es un espectáculo basado
en la obra de teatro ‘I Am A Camera’, de Jhon Van Drulen, adaptación de la
novela corta ‘Goodbye To Berlín’, representada por primera vez en Broadway el
20 de noviembre de 1966. Canciones que perduran en la memoria cultural como Willkomen,
Cabaret o Money Money son la banda sonora.
Se apagan las luces y aparece
Emcee, el maestro de ceremonias, que marca las pautas con un estilo propio, en
cuya evolución destaca un deterioro físico y psicológico aparente. Sin
vergüenza y con una notable admiración hacia su persona y hacia su estilo de
vida de promiscuidad y bisexualidad invita sin vacilación a dejar los problemas
afuera.
La trama tiene como punto de
partida la llegada de un novelista norteamericano que deja su ciudad natal para
encontrar experiencias que le ayuden a escribir su próximo trabajo. Con fuertes
inclinaciones homosexuales, Cliff (Alejandro Tous) encuentra el amor en la
bailarina del club nocturno Kit Kat, Sally. Tras meses de convivencia en una
burbuja repleta de despilfarro y desenfreno, la realidad perturba su
ensoñación, Sally está embarazada.
Esta sucesión de imprevistos
acontecen en el hostal de Schneider (Amparo Saizar), soltera resignada que
encuentra el amor en Schultz (Enrique R. Del Portal), el frutero. Una pasión
inevitable truncada por la situación desoladora que los judíos atraviesan en
Alemania. Schneider empieza a dudar de si debe correr el riesgo de casarse con
un ‘no alemán’, inquietud de la que el frutero prefiere evadirse, él sólo es un
simple alemán. Un aborto, dos despedidas y el desarrollo de un Holocausto
anunciado ponen punto y final a una musical que supone un grito a la libertad.
Alba Ariz Rodríguez
Cabaret, unconsciousness and forced awake
The progress of an announced holocaust runs a musical
that supposes a scream for freedom
‘Cabaret’
continues its tour in Zaragoza with a show that analyses with humor the decline
of the German society in the 30’s. Nazism, homosexuality, prostitution, or the
refusal of a full happiness due to the fear of losing an idyllic and improbable future mark the
script that leads to a lonely and inevitable end.
The
subtle way of including topics that cause melancholy mixed with its ridicule
create a full and credible comedy where the spectator can reach a stage of
escape and total abstraction. A glamorous and gloomy atmosphere where the
public has the necessity of feeling sorry about the future where the character is
irremediably going to. Clairvoyants sitting on their seats, with hands and legs
tied, who in spite of the sorrow, don´t even think about raising their hands,
no one would never dare to interrupt so much splendour.
‘Cabaret’
is a show based on the play ‘I Am a Camera’, by Jhon Van Drulen, adaptation of
the short novel ‘Goodbye To Berlín’, whose first performance in Broadway was
the 20th of November, 1966. Songs that are in the cultural memory like Willkomen,
Cabaret
or Money Money are the soundtrack.
Tthe
lights are off and Emcee appears, the master of ceremonies, and sets the tone
with his own style, in whose evolution stands out a physical and psychological
deterioration. Without embarrassment and with an appreciable admiration to
himself and to his lifestyle of promiscuity and bisexuality, he invites, with
no hesitation, to leave the problems outside.
The
storyline starts with the arrival of a North American novelist, who left his
natal city to find experiences that help him write his next work. With strong
homosexual inclinations, Cliff (Alejandro Tous) falls in love with a dancer of
the nocturnal club Kit Kat, Sally. After months of living together in a bubble
full of overspent and lack of self-control, the reality disturbs their daydream:
Sally is pregnant.
This
succession of unexpected occur in the hostel of Schneider (Amparo Saizar), a resigned
single who falls in love with Schultz (Enrique R. Del Portal), the fruit
seller. An inevitable passion truncated because of the heartbreaking situation
that Jewish people are experiencing in Germany. Schneider starts doubting about
her marriage with a ‘no-German’, a worry which the greengrocer prefers to escape
from, he is just a German. An abort, two farewells and the progress of an
announced holocaust are the end of a musical that supposes a scream for
freedom.
Alba
Ariz Rodríguez
Translation review: Gianni Nanula