Cuando hablamos de esta representación, es necesario mencionar que es una demostración adecuada y objetiva, es decir, alejándose de los comportamientos estereotipados y en muchos casos de mal gusto, que esta serie de personajes han ocupado siempre en la ficción, ya que solo de esta manera se lograra una representación apropiada y capaz de generar en el espectador un sentimiento de compresión o incluso identificación.
Es por eso por lo que la ficción está creando otro tipo de historias, vistas desde otras perspectivas y protagonizadas por personajes que, en el pasado, en su mayoría se han limitado a ser el comic relief o el eterno personaje secundario cuyo único objetivo era representar un hecho estereotipado de una cultura o un colectivo especifico.
En España, este año ha triunfado la serie biográfica de La Veneno, la cual narra la historia de Cristina Ortiz un celebre personaje transexual de la cultura televisiva española. La serie dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi cuenta con siete capítulos y es la serie española y posiblemente mundial con una de las mejores representaciones de una mujer transexual.
Quizás es por el hecho de que los directores pertenecen también al colectivo LGTBI, pero la forma en la que la serie es capaz de mostrar la historia de Cristina desde su infancia hasta su muerte, con un respeto y un cuidado increíble nos permite conocer de primera mano la historia de esta sensación transexual televisiva de una manera representativa, emotiva y útil. Además, ha conseguido conquistar al público no únicamente en España sino también en el resto del mundo, y va camino de convertirse en una de las ficciones de culto en la representación transexual.
Sin embargo, si echamos un vistazo a las películas nominadas del último año, prácticamente no vemos ningún cambio. Siendo la gran mayoría de películas protagonizadas por varones caucásicos, con alguna excepción como pueden ser Mujercitas dirigida por Greta Gerwig y con un elenco mayormente femenino, o Bombshell que versa sobre el empoderamiento femenino a pesar de estar dirigida por un hombre.
A pesar de esto, los premios del año pasado, para muchas personas si que significaron un hito, ya que la película que obtuvo el mayor galardón, el premio a mejor película fue nada mas y nada menos que Parasitos, una cinta coreana dirigida por Bong Joon-ho que hizo historia al convertirse en la primera película de habla no inglesa en hacerse con este premio.
Muchos fueron los que dijeron que este “hito” y “paso decisivo hacia la diversidad en el cine” era una estrategia para hacer creer al público que se estaba produciendo un cambio cubriendo el hecho de que en realidad la gran mayoría de películas seguían siendo mas de lo mismo, y esta “transición” era únicamente una ilusión.
Esto no quiere decir que no se esté produciendo ningún cambio, solamente hay que comparar la ficción de hoy en día con la de hace diez años en la que cintas como Call me by your name, Bombshell, o Detroit no hubieran tenido cabida o habrían sido exponencialmente diferentes; sin embargo, es cierto que para el momento socio histórico en el que nos encontramos, que aboga por la evolución y la igualdad de oportunidades, estos cambios deberían ser mucho mas notables.
Sin embargo, la ficción televisiva está dándoles sus propias historias a estos personajes en los que son protagonistas y nos permiten ver a los espectadores todos los posibles matices unidos a su raza y sus condiciones particulares.
Algunos ejemplos pueden ser Master of none protagonizada por un joven que realiza una autoexploración de lo que significa ser un indú que ha vivido toda su vida en Nueva York; Love, Victor cuenta la historia de un adolescente mexicano que descubre que es gay a la vez que intenta lidiar con su entorno familiar homofóbico ; y en el panorama nacional podemos resaltar Skam España cuya segunda temporada adquirió un gran apoyo al representar a una joven bisexual, un colectivo que prácticamente no había sido prácticamente nunca mostrado en primera persona en la ficción.
La función más importante del cine y de la televisión es representar la realidad y, con estos pasos, aunque en ocasiones lentos, que está dando la ficción nos encontramos cada vez más cerca de crear unos universos televisivos y cinematográficos mucho más cercanos a la realidad actual, que permitirán últimamente a los espectadores verse reflejados en la pantalla y sentirse mucho mas cercanos con las historias contadas.
Laura
Sánchez
Representation of minorities and diversity on- screen
In the last decade, the audiovisual industry has undergone a transition towards a type of culture that is inclusive and representative of the socio-political circumstances that define it and to achieve this, there has been an entrance of groups that have not traditionally occupied a place in fiction.
When we talk about this representation, it is necessary to mention that it is an adequate and objective demonstration, that is, moving away from stereotyped behaviors and in some cases of bad taste, that this groups have been the victims of for years; because only this way, will an appropriate representation be achieved, capable of generating in the viewer a feeling of understanding or even identification.
That is why fiction is creating other types of stories, seen from other perspectives and starring characters who, in the past, were limited to being either the comic relief or eternal secondary character whose sole objective was to represent a stereotyped fact of a culture or a specific group.
In Spain, this year the biographical series of La Veneno has triumphed. This show tells the story of Cristina Ortiz a famous transsexual woman from Spanish television culture. The series directed by Javier Calvo and Javier Ambrossi has eight episodes and it on its way to becoming one of the best representations of transexual woman not only in Spanish television but also in the rest of the world.
Perhaps it
is because the directors also belong to the LGTBI collective, but the way the
series can show Cristina's story from her childhood to her death, with a
respectful and incredible coarseness allows us to learn first-hand the
biography of this television transsexual sensation in a way that is
representative, emotional and useful.
Besides, it managed to conquer the public not only in Spain, but also in the rest of the world, and it´s said to be close to becoming a cult show in transsexual representation.
The fever for diversity has also flooded Hollywood, which is trying to achieve the inclusion of all the traditionally marginalized groups in the audiovisual industry. Proof of this is the decision made by the Hollywood Academy in 2020 to modify the regulations of the Oscars to ensure a place in fiction for these groups, starting in 2024, demanding that the candidates for these awards comply with minimum requirements of inclusion and racial diversity.
However, if we take a look at the nominated films of the last year, we see practically no change. Being the vast majority of films starred by Caucasian men, with some exceptions such as Little Women directed by Greta Gerwig with a mostly female cast, or Bombshell that deals with female empowerment although is directed by a man.
Despite this, last year's awards, for many people, were a milestone, since the film that won the highest price, the best movie of the year award, was Parasite, a Korean film directed by Bong Joon-ho which made history by becoming the first foreign-language film to win this award.Many were those who said that this "milestone" and "decisive step towards diversity in cinema" was a strategy to make the public believe that a change was taking place, covering the fact that in reality the vast majority of films were still more of the same old, and this "transition" was only an illusion.
This does not mean that no change is taking place, we just have to compare today´s fiction with the one from ten years ago in which tapes like Call me by your name, Bombshell, or Detroit had no place or would have been exponentially different. However, it is true that for the socio-historical moment in which we find ourselves, which advocates evolution and equal opportunities as centerpieces in our modern culture, these changes should be much more notable.
In this regard, perhaps television fiction has been much more groundbreaking, getting rid of classic archetypes anchored to characters from different cultures, races, and sexual orientations. We have all been spectators of the extremely effeminate homosexual character, the Asian character anchored in his commerce and his simple humor, or the black character as an example of the tough and troublesome criminal.
However, television fiction is giving its own stories to these characters in which they are protagonists and allowing us viewers to see all the possible nuances linked to their race and their particular conditions.
The most
important function of film and television is to represent reality and, with
these steps, although sometimes slow, that fiction is taking, we find ourselves
slowly approaching the goal of creating television and cinematographic
universes much closer to the current reality which will ultimately allow
viewers to see themselves reflected on the screen and closer to the stories
told.
Laura Sánchez