La historia está ambientada
en los años 60, en la isla de New Penzance; narra la historia de dos niños que
deciden escapar juntos, él está en los Boy Scouts, y se escapa del campamento
que tienen montado; ella vive en casa con sus padres y sus hermanos. Cuando la
gente que les rodea se da cuenta que han desaparecido, llaman a la policía y se
ponen rápidamente a la búsqueda, pero cuando consiguen encontrarlos todos
parecen estar en contra del amor de los dos niños, y mientras los adultos
intentan solucionar sus propios líos, ambos niños intentan seguir juntos.
La estética que presenta
este film es totalmente diferente al de las grandes producciones que estamos
acostumbrados, narra una historia de amor, pero totalmente distinta a la típica
comedia romántica. Anderson
trata la historia de otro modo, dándole cierto toque de humor y haciendo que
algunas circunstancias que son totalmente improbables no nos parezcan tan
extrañas.
Los personajes están pensados
al milímetro y muy cuidados, no son los típicos personajes a los que estamos
acostumbrados; los niños, están explorando la pérdida de la inocencia, pero a
su vez todo está tratado de una manera muy ingenua y aunque parezca sencillo, esto
conlleva un gran trabajo narrativo.
Respecto al guion, su
claridad no solamente nos mete de lleno, sino que nos hace cómplices de la
historia de amor entre los dos jóvenes. Logra un realismo en algunos momentos
mágico, como ya he dicho antes, hay ciertas cosas que solo tienen sentido por
cómo está tratada la película. Los colores, al ser todos cálidos encajan
perfectamente los unos con los otros, cabe destacar que el predominante es el
amarillo. Esto no hace más que acentuar la idea de que la historia transcurre
durante unos días de verano y además dota de cierto toque nostálgico a la
historia. Pero esto no tendría sentido si la música no acompañara, y es que la
banda sonora está hecha al detalle y juega como un personaje más del film.
Por otro lado, se nota
que el film cuenta con un gran trabajo previo a la grabación, está todo completamente
milimetrado, hasta el más mínimo detalle. El director tenía muy claro lo que
quería y cómo lo quería. Es una película muy llamativa visualmente hablando,
hay veces que sobran las palabras y Anderson lo sabe
muy bien, y sabe cómo conseguirlo, con una fotografía perfecta.
Respecto a la música, es
muy importante, ya que incrementa aún más esta sensación de perfección en todos
los escenarios. Se modifica el tempo de la misma dependiendo de los obstáculos
naturales que se van encontrando. Al principio de la película empieza a sonar
una melodía, acompañada de la explicación de un niño diciendo los instrumentos
que se van añadiendo en cada momento. Cuando llegamos a los créditos finales,
la melodía principal es presentada por el niño del mismo modo que la del
inicio. Con esto, el director logra mantenernos de cara a la pantalla hasta que
ya han acabado los créditos finales.
El tema principal es el
primer amor y por tanto ese despertar sexual que muestran ambos niños, que
queda perfectamente retratado en la escena en la que Suzy y Sam están bailando
en la playa. El amor que sienten el uno por el otro triunfa, porque las bases
del mismo es el respeto y la comprensión. Él es el único que la entiende a
ella, y por eso consigue acercarse.
Desde mi punto de vista
estamos frente a una película que cuenta con un gran trabajo tanto de
preproducción como en postproducción. Ayuda bastante que el director tenga un
estilo muy marcado y que la mayoría de sus films los podemos relacionar de
algún modo u otro.
El modo en el que el
director ha querido abordar este tema, el primer amor, no desde el punto de
vista que estamos acostumbrados a ver en otras películas, sino metiéndose de
lleno en la piel de dos niños que realmente tienen serios problemas, ninguno de
ellos es feliz en su respectivo hogar, ambos están algo atormentados y esto
hace que su modo de afrontar las cosas sea totalmente diferente a lo que
estamos acostumbrados.
Respecto a la narrativa,
el autor nos explica un cuento infantil en el que los dos niños son perseguidos
por el lobo y el cazador, aunque no sean dos personajes exactamente los que les
persiguen, sino un grupo de niños y adultos. Los persiguen en principio porque
se han escapado de casa, y del campamento de los Boy Scouts. Ambos jóvenes se
han sumergido en la que será la aventura de sus vidas, y les da igual lo que el
resto diga, de lo que no son conscientes es de que esta historia no solo les
afecta a ellos, y que esto también cambia la vida de los adultos.
Narrativamente es una
película muy potente, ya que parece una historia sencilla, pero que no te deja
indiferente, esto es por la gran carga expresiva de las imágenes, sobretodo la
fuerza que transmiten los colores, y en cierto modo por el tipo de diálogo que
presenta, es bastante sencillo y no son conversaciones excesivamente largas,
esto dota de mucho ritmo a la película, y no se hace pesada en ningún momento.
Por otro lado, el sabor
final que te deja la película es muy bueno, sientes que has visto un film
aparentemente sencillo, pero que a través de algo tan inocente como son los
niños nos muestra algunos de los aspectos más complicados del día a día de un
adulto. De hecho, esto lo podría haber buscado mediante los personajes adultos
de la película, pero no hubiese conseguido la ternura que despiertan los niños,
ni tampoco la inocencia en ciertos momentos.
Mónica Segarra
The story is set in the 60s, on the island of New
Penzance; tells the story of two children who decide to escape together, he is
in the Boy Scouts, and escapes from the camp who have mounted; She lives at
home with his parents and siblings. When people around you realize you are
gone, call the police and quickly put the search, but when they get to find all
seem to be in love with two children, and as adults try to solve their own
messes Both children try to stay together.
The aesthetic that presents this film is totally
different from the big productions that are used, tells a love story, but
completely different from the typical romantic comedy. Anderson tells the
story differently, giving a touch of humor and making some unlikely
circumstances that are not fully appear to us as strange.
The characters are designed to the millimeter and very
careful, are not typical characters that are used; children are exploring the
loss of innocence, but everything is in turn treated in a very naive way it may
seem simple, it involves a great narrative work.
Regarding the script, their clarity not only puts us
squarely, but makes us accomplices of the love story between two young men.
Achieves a magical realism in some moments, as I said before, there are certain
things that only make sense for how the film is treated. Colors, being all warm
fit perfectly with each other's worth noting that the predominant is yellow.
This only serves to accentuate the idea that the story takes place during
summer days and also gives a nostalgic touch to the story. But this does not
make sense if the music did not accompany him, and the soundtrack is made to
detail and play as a character in the film.
Moreover, we note that the film has a great work prior
to recording, it's all completely graph, to the smallest detail. The director
was very clear what he wanted and how he wanted it. It is a very striking
visually speaking film, there are times when words are unnecessary and Anderson knows, and
knows how to achieve a perfect picture.
As for music, it is very important because further
increases this sense of perfection in all scenarios. The tempo of the same
depending on the natural obstacles they encounter changes. At the beginning of
the movie starts playing a melody, accompanied by an explanation of a child
saying the instruments are added at all times. When we got to the end credits,
the main melody is presented by the child the same way as the baseline. With
this, the director manages to keep ahead of the screen until you have finished
the final credits.
The main theme is the first love and sexual arousal
thus showing that both children, which is perfectly portrayed in the scene
where Sam and Suzy are dancing on the beach. Their love for each other
triumphs, because it is the foundation of respect and understanding. He is the
one who understands it, and therefore gets closer.
From my point of view we are faced with a film that
has a great job both pre-production and post-production. Help rather than the
director has a very distinct style and most of his films can relate in some way
or another.
The way the director wanted to address this issue,
first love, not from the point of view that we used to see in other films, but
getting fully into the skin of two children who really have serious problems,
none of they are happy in their respective home, both are somewhat tormented
and this makes their way of dealing with things is totally different from what
we are accustomed.
Regarding the narrative, the author explains a
children's story in which two children are chased by the wolf and the hunter,
although no two characters are exactly those who persecute them, but a group of
children and adults. They chase in principle because they are away from home,
and the camp of the Boy Scouts. Both young men were immersed in what will be
the adventure of their lives, and they do not care what the rest say, what they
are not aware of is that this history not only affects them, and that this also
changes life adults.
Narrative is a very powerful film, since it seems a
simple story, but that does not leave you indifferent, this is the great
expressive force of the images, especially the force transmitted colors, and
sort by the type of dialogue presents, is fairly straightforward and not overly
long conversations, this gives a lot of rhythm to the film, and is not heavy at
any time.
On the other hand, the final taste that leaves you the
film is very good, feel like you've seen a deceptively simple film, but showing
through something as innocent as children we some of the more complicated
aspects of everyday a grown up. In fact, it could have sought this through the
adult characters in the movie, but had not gotten tenderness aroused by
children, nor the innocence at times.
Mónica Segarra