El Liceo, teatro de ópera de Barcelona, ha sufrido un importante revés debido a los últimos acontecimientos, relacionados con su ERE. El pasado 1 de febrero el teatro anunció un Expediente de Regulación de Empleo, su cierre durante dos meses y la cancelación de parte de su programación.
Todo estaba claro y cerrado hasta el 22 de febrero, momento en el que los trabajadores de la ópera se negaron al ERE, amenazando con una huelga de 18 días. Ante esta situación el Liceo no tuvo más remedio que retractarse y retirar el ERE, justo veinte días después de que empezara a devolver el importe de las entradas y abonos de las funciones canceladas.
Esta situación ha dañado especialmente la reputación de la ópera, puesto que la mayoría de sus adeptos cree que un teatro que no cumple con sus compromisos es sinónimo de escasa seriedad. Finalmente las medidas que se han tomado han sido que a partir del 1 de marzo se flexibilicen las condiciones de trabajo y se depure de responsabilidades a las administraciones propietarias del coliseo, que son el Ministerio de Educación y Cultura, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación. Los responsables creen que no es necesario que las entidades que les han llevado a esa situación continúen formando parte en la nueva etapa.
Aparte de esto, se busca dar salida a algunos de los 395 trabajadores mediante jubilaciones anticipadas y bajas voluntarias. Las administraciones públicas mientras tanto afirman estar creando un nuevo modelo de teatro con el que confían en iniciar una nueva etapa, que coincidirá con el comienzo de la próxima temporada. Un modelo que esperan que se adapte mejor a la situación económica que se vive actualmente en el país.
A pesar de todo esto el daño ya está hecho y la confianza del público se ha resentido, de forma que algunos espectadores han reclamado la devolución de sus abonos y se ha creado una plataforma que pide la dimisión del director general, a la que ya se han unido 2.300 personas.
The Liceo, Barcelona opera theatre, has suffered an important setback because of recent events related to their labor force adjustment plan. The theatre announced the plan on the 1st of February. the closure of the theatre during the next two months and the cancelation of some of the scheduled program of events..
Everything appeared to be signed and sealed, until the 22 February, when opera house employees rejected the proposals and threated to go on an eighteen day strike. The Liceo had to back down and cancel the plan, twenty days after they had started to return the money for entrance fees and season tickets paid for canceled events.
This situation has damaged the reputation of the Opera. Most of their followers think that a theatre that does not make good on their commitments is not professional. From the 1st of March the theatre will allow more more flexibility in working conditions and purge itself of repsonsbility to the institutions with a stake in the organisation like the Generalitat, Diputación or Barcelona´s city hall. Those in charge do not believe the organisations repsonsible for creating the situation they currently find themselves in, should play a part in the next stage of the theatres future. .
In addition, they are trying to facilitate early retirement and voluntary redundancies for some of the 395 workers. In the meantime, the public administration claims they are creating a new model of theatre to start a new era which will coincide with the new season. A model they hope will adapt better to the current economic situation in the country.
Despite all the changes, the damage has already been done and public confidence is still low, with many members asking for a refund of their membership fees, and a group with 2300 members asking for the resignation of the director.
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