Apr 13, 2021

Series recientes de Netflix con una trama feminista diferente

 

No es ningún secreto que estamos viviendo un cambio importante en cuanto al papel de la mujer en la sociedad se refiere, cambio que podemos apreciar también en el mundo cinematográfico. Desde sus inicios, si una mujer era protagonista en una serie o película, la trama se basaba en morir de amor por un hombre, en ser madre e incluso en ser una buena ama de casa. Sin embargo, al igual que va cambiando la sociedad, también lo hacen las tramas representadas para adecuarse al movimiento y no ser miradas con malos ojos.

Con el paso del tiempo pudimos empezar a ver series donde la mujer luchaba por sus derechos o por ser libres, pero sin dejar de lado la condición de ser “mujer de” o “madre de”, se podría decir que lo tradicional mezclaba algo de reivindicativo feminista, pero sin excederse.

Sin embargo, no ha sido hasta estos últimos años cuyos títulos resumen un argumento que sigue el siguiente esquema: una o varias mujeres, presentadas como heroínas, logran por sí solas destacar e imponerse en ambientes ampliamente masculinizados. Es por ello por lo que podemos decir que desde hace años venimos asistiendo al estreno casi mensual de series, aunque también de películas, de éxitos sobre el empoderamiento femenino, cuya imagen icónica es la victoria final de una mujer que acaba siendo bella, triunfante y satisfecha después de trabajar a destajo y tragarse unos cuantos comentarios misóginos.

Un buen ejemplo de lo anterior es el rotundo éxito de la miniserie de Netflix “Gambito de dama”, la cual trata sobre una chica huérfana que lucha por convertirse en la mejor jugadora de ajedrez del mundo. Este éxito poco tiene que ver con el despertar del interés por el ajedrez, sino por la romantización del empoderamiento femenino, ya que lo que atrae al publico y entretiene es ver a una mujer que aun partiendo de una situación totalmente desprivilegiada, consigue convertirse en una estrella mundial, plantándole cara a los hombres con la sola brillantez de su intelecto.

Otro éxito similar, es otra miniserie de Netflix, “Madame C.J. Walker: Una mujer hecha a sí misma”, donde se cuenta la historia de Sarah Breedlove, una mujer afroamericana nacida en 1867 que logra imponerse al dinero de los hombres y monta su propia empresa de productos para el cuidado del cabello femenino, en la que da trabajo a miles de mujeres; esa mujer se convierte en una figura ejemplar gracias a su esfuerzo intachable, conocida como Madam C. J. Walker, que, a pesar de no tener estudios ni apoyo familiar o económico, consigue ser la primera millonaria de EE.UU. En este caso, estamos ante la reproducción literal del relato del “american dream”,”tú misma tienes la llave para cumplir tus sueños”, solo que al aplicarlo a una mujer supone que también tendrá que luchar, ella sola, contra el machismo, el clasismo y el racismo de su época.

Y es que la gran mayoría de series y películas con este tipo de tramas están ambientadas en épocas pasadas, donde aspectos como la independencia social y económica de una mujer resultaba toda una lucha. Sin embargo, ¿tienen hoy en día la repercusión idónea para el presente?

La realidad es que el machismo y el patriarcado sigue siendo actualmente un problema sin resolver que sufrimos todos los días, aunque no seamos del todo conscientes. Entonces, ¿por qué tanto empeño en mostrar mujeres extraordinarias de tiempos pasados? No hay duda de que es necesario conocer el pasado para no repetirlo en el presente, sin embargo, es cada vez más frecuente ver en las pantallas de nuestros hogares series que expresan un desapego emocional hacia tener un final feliz de la mano de un hombre.

Es el caso de la serie de Netflix “Emily en París”, una joven millennial estadounidense que se muda ella sola a Francia para conseguir su sueño de alzarse hacia lo más alto en el mundo de la publicidad. Emily llego a París con pareja,  a la cual dejó por hacer su vida propia, y es que, en vez de armarse un drama, ella continua su experiencia y su vida como si nada, dejándonos muy claro que por un hombre no se acaba el mundo.

De cualquier modo, este suceso no resulta de más cuestión que en grandes multinacionales como Netflix incorporan como parte de su estrategia de marketing aprovechar el éxito de los discursos y las referentes feministas. Es decir, si cada vez hay más mujeres feministas que van al cine y que consumen estas plataformas, les sale rentable convertirlas en protagonistas. Sin embargo, mientras sigan estrenando esta clase de series, debemos estar contentas pues no es más que un resultado más del trabajo de muchas con el reciente auge del movimiento feminista.


Isabel Gandía Solera


Recent Netflix series with a different feminist plot. 

It is no secret that we are experiencing an important change in terms of the role of women in society, a change that we can also appreciate in the cinematographic world. From the beginning, if a woman was the protagonist in a series or movie, the plot was based on dying of love for a man, being a mother and even being a good housewife. However, as society changes, so do the plots represented to adapt to the movement and not be looked at with bad eyes. 

Overtime, we were able to start watching series where women fought for their rights or to be free, but without neglecting the condition of being a "woman of" or "mother of", it could be said that the traditional mixed something of vindictive feminist, but without overdoing it.

However, it has not been until recent years whose titles summarize an argument that follows the following scheme: one or more women, presented as heroines, manage to stand out and impose themselves in widely masculinized environments. That is why we can say that for years we have been attending the almost monthly premiere of series, but also films, of hits on female empowerment, whose iconic image is the final victory of a woman who ends up being beautiful, triumphant, and satisfied after working hard and swallowing a few misogynistic comments. 

A good example of this is the resounding success of the Netflix miniseries "The Queen's Gambit," which is about an orphan girl struggling to become the best chess player in the world. This success has little to do with the awakening of interest in chess, but rather with the romanticization of female empowerment, since what attracts the public and entertains is seeing a woman who, even starting from a totally deprivileged situation, manages to become a world star, standing up to men with the sheer brilliance of her intellect.

Another similar success is another Netflix miniseries, “Self Made: Inspired by the Life of Madam C.J. Walker”, which tells the story of Sarah Breedlove, an African-American woman born in 1867 who manages to prevail over men's money and sets up her own company of products for the care of women's hair, in which employs thousands of women; that woman becomes an exemplary figure thanks to her impeccable effort, known as Madam CJ Walker, who, despite having no education or family or financial support, manages to be the first millionaire in the United States. the literal reproduction of the story of the "American dream", "yourself have the key to fulfill your dreams", only that when applied to a woman it means that she will also have to fight, on her own, against sexism, classism, and racism his time.

And is that most series and movies with this type of plot are set in the past, where aspects such as social and economic independence of a woman was a struggle. However, do they have the ideal repercussion for the present today? 

The reality is that sexism and patriarchy is still an unsolved problem that we suffer every day, even if we are not fully aware. So why so much effort to show extraordinary women of bygone times? There is no doubt that it is necessary to know the past so as not to repeat it in the present, however, it is increasingly common to see on the screens of our homes series that express an emotional detachment towards having a happy ending at the hand of a man. 

This is the case of the Netflix series "Emily in Paris", a young American millennial who moves alone to France to achieve her dream of rising to the top in the world of advertising. Emily arrived in Paris with a partner, whom she left to make her own life, and instead of putting on a drama, she continues her experience and her life as if nothing had happened, making it very clear that for a man the world. 

In any case, this event is no longer a question that large multinationals such as Netflix incorporate as part of their marketing strategy to take advantage of the success of feminist speeches and references. That is, if more and more feminist women go to the movies and consume these platforms, it is profitable for them to turn them into protagonists. However, while they continue to premiere this kind of series, we must be happy because it is just one more result of the work of many with the recent rise of the feminist movement.


Isabel Gandía Solera


Séries récentes de Netflix avec un scénario féministe différent.

Nous sommes en train de vivre l’évolution du rôle de la femme dans la société, que ce n’est pas un secret, c’est un changement aussi notable dans l’industrie cinématographique. Depuis le début, le scénario dans lequel le rôle principal d’une femme se déroulait, dans une série ou film, s’agissait de mourir d’amour par un homme, être une mère ou même être une bonne femme au foyer. Cependant, même si la société change, les scénarios que nous voyons changent aussi pour s’adapter au mouvement et ne pas être regardés avec des mauvais yeux.

Au fil du temps, nous avons pu commencer à voir des séries dont la femme lutte pour leurs droits et pour être libres, mais sans laisser de côté la condition d’être “femme de quelqu’un” ou “mère de quelqu’un”, on pourrait dire que la tradition s’est mélangée avec la revendication déministe, sans se dépasser.

Cependant, c’était dans ces dernières années que les titres résument un argument qui suit le schéma suivant : une ou plusieurs femmes, présentées comme des héroïnes, réussissent à se démarquer et s’imposer dans des environnements très masculins. C’est pour ça qu’on peut dire que depuis plusieurs années, nous assistons à la sortie presque mensuelle des séries, et aussi des films, sur le succès de l’autonomisation des femmes, dont l’image emblématique, c’est la victoire finale d’une femme qui finit par être belle, victorieuse et satisfaite après avoir travaillée si dur et avoir supportée quelques commentaires misogynes.

Un bon exemple de ce qu’on a dit avant, c’est l’extraordinaire succès de la minisérie de Netflix “ Le Jeu de la Dame ”, laquelle s’agit d’une orpheline qui lutte pour devenir la joueuse des échecs la plus célèbre du monde. Ce succès n’a rien à voir avec le réveil de l’intérêt pour les échecs, mais pour la romantisation de l’autonomisation des femmes, voir une femme devenir une star mondiale, mettant face aux hommes avec son intelligence fascinante, quand elle vient d’un environnement sans privilèges, c’est ce qui attire vraiment au public et les divertit.

Un autre succès similaire, c’est une autre minisérie de Netflix, Self Made : D’après la vie de Madame C.J. Walker ”, que tiens à nous raconter l’histoire de Sarah Breedlove, une femme afro-américaine née en 1867 réussit à s’imposer a l’argent des hommes et ouvre sa propre entreprise des produits de soins capillaires féminins, dont elle emploie des milliers des femmes ; cette femme devient une modèle à suivre grâce à son effort irréprochable, et bien qu’elle n’a pas des études ni de soutien familial ou économique, elle devient la première femme millionnaire des États-Unis, elle est connue comme Madame C. J. Walker. Dans ce cas, nous sommes devant la reproduction littérale du récit american dream , “ toi-même as la clé pour accomplir tes rêves ”, mais quand on applique ça a une femme suppose qu’elle doit lutter, seule, contre le machisme, classisme et racisme de son époque.


Isabel Gandía Solera

Traducteur: Andrea Montiel


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