Sep 17, 2014

Encuentro con Daniel Monzón

El pasado 4 de septiembre tuvo lugar en La Fábrica un encuentro con Daniel Monzón, uno de los directores españoles más reconocidos en este momento tanto por el público como por la crítica. El encuentro se desarrolló durante dos horas y tuvo como fin hablar sobre el último trabajo del director, la película española más exitosa del momento: El niño. Su historia es la de dos jóvenes -el Niño y el Compi- que quieren iniciarse en el mundo del narcotráfico, y la de dos agentes de Policía Antidroga –Jesús y Eva- en busca de El Inglés, sospechoso de tener control desde Gibraltar sobre el tráfico de cocaína. Dos mundos enfrentados y complejos, ambos representados en un thriller de acción frenética con una producción impecable.

Daniel Monzón comenzó el encuentro reconociendo lo afortunado que era por el éxito que estaba teniendo su película, sobre todo en su primer fin de semana (450.000 espectadores). Afirmó: “Las películas que no arrancan fuerte la primera semana están muertas”. Tiene parte de razón, teniendo en cuenta el mercado tan competitivo en el que se mueven las películas españolas, casi siempre insignificantes ante el gran aparato de Hollywood. Y es que Monzón ha traspasado fronteras con sus películas; de hecho,  aprovechó para contar dos de las propuestas que había recibido desde EE. UU. pero que rechazó: dirigir Furia de titanes 2 y el remake estadounidense de Celda 211.

Esta película es una de las pocas supervivientes en estos años complicados para el cine español, que se sustenta principalmente a base de fenómenos boca-oreja como el de esta película u otras como la archiconocida Ocho apellidos vascos. Sin duda, para Monzón es esencial hacer un cine que entretenga, que combine una visión personal y un contenido de calidad, pero ante todo que no aburra al espectador.

Al evento acudieron varias jóvenes promesas de la interpretación -entre ellas Román Reyes, ganador del premio a Mejor Actor en la XI edición del Notodofilmfest-, quienes  se encargaron de hacer varias preguntas al director mallorquín. Gracias a ellos y al desparpajo de Monzón, quién demostró un profundo entusiasmo por su oficio, aprendimos una serie de cuestiones acerca de El Niño.
La película contó con un presupuesto de seis millones y en un comienzo se pensó  rodarla en inglés, puesto que varias productoras estaban interesadas en el proyecto; pero Monzón quería hacer un retrato naturalista y veraz, por lo que se desechó tal opción.

Según Monzón, las películas parten de ideas que te fascinan y producen tal obsesión que tienes que filmarlas. Muchas veces son imágenes que te evocan una sensación o emoción determinada las que te llevan a escribir un guión; pero siempre que se rueda una película hay que pensar en su esencia, lo que te lleva en una determinada dirección.

El trabajo tanto con los actores como con el equipo fue de absoluta colaboración; los actores eran libres de adaptar las escenas a su propia situación y forma de interpretar, sin desviarse por supuesto de las pautas básicas que rige la historia. Monzón ante todo buscaba crear autenticidad, y por eso, gran parte de los actores son gente de la calle, sin conocimientos de interpretación. Sin embargo, estos “delincuentes” en la película tuvieron que hacer frente a monstruos de la interpretación como Luis Tosar, Eduard Fernández, Sergi López y Bárbara Lennie. Según comento Monzón, ambos bandos tuvieron que ponerse las pilas, ya que unos se enfrentaban a la experiencia y la sabiduría, y los otros, a la frescura y la juventud. Ante todo, el mallorquín demostró un profundo respeto por todos sus actores, quienes, tanto si tenían un papel significativo en la película como un pequeño papel en una escena, eran actores protagonistas.

Con esta película también hemos asistido al  nacimiento de ese nuevo galán andaluz que cautivó a Daniel Monzón en el casting de la película: Jesús Castro. “Vi unos ojos…”-eso fue lo que nos confesó el director-: “Unos ojos muy interesantes, una mirada magnética”. Según él, hay personas que sufren una total transformación en cámara aunque fuera de ella no sean tan llamativos.

El encuentro se resolvió con elogios de varios de los asistentes hacia Monzón y su espléndido trabajo con esta película; muchos afirmaron sentir una profunda tensión al verla. El público salió con una sensación de optimismo y ganas de ver y hacer más cine que nunca.

Diego Martín
 

Meeting with Daniel Monzón


The 4th of September there was a meeting with Daniel Monzón in La Fábrica. He is currently one of the most recognized Spanish directors, both by the audience and the critic. The meeting lasted two hours and was intended to talk about the latest work of the director, the most successful Spanish film of the moment: “El Niño”. It tells the story of two youngs - el Niño and el Compi- who want to enter in the drug business, and two drug squad agents –Jesús and Eva- who are looking for “el Inglés”, suspect of controlling cocaine trafficking from Gibraltar. Two faced and complex worlds, both represented in a frenetic thriller with a flawless production.

Daniel Monzón began the meeting by recognizing how fortunate he was for the success the film was having, especially in its first weekend (450,000 viewers). He said: "The movies that do not start strong the first week are dead". He is kind of right, given the highly competitive market in which Spanish movies move, almost always insignificant to the great Hollywood system. Monzón happens to have transcended borders with his films; in fact, he said two of the proposals he had received from the United States, but that he rejected: directing “Clash of the Titans 2” and the American remake of “Celda 211”.

This movie is one of the few survivors in these difficult years for the Spanish cinema, based mainly based on WOM phenomena, like this film or others like the well-known  “Ocho Apellidos Vascos”. Certainly, for Monzón is essential to make an entertaining movie; a movie which combines a personal vision with quality content, but, above all, a movie that doesn’t bore the spectator.

The event brought together some young up-and-coming actors, among which there was Román Reyes, Best Actor at the XI edition of Notodofilmfest; they made several questions to the director. Thanks to them and Monzón’s self-confidence, who showed a deep enthusiasm for his craft, we learned some issues aboutEl Niño.

The film had a budget of six million Euros and it was initially thought to be shot in English, as several producers were interested in the project; but Monzón wanted to make a naturalist and truthful portrait, so that option was discarded.

According to Monzón, movies are based on ideas that fascinate you and produce such an obsession that you have to shoot them. There are often images that evoke a certain feeling or emotion that drive you to write a script; but whenever you make a movie, you must always note its essence, which will lead you in a certain direction.

The work with both the cast and the crew was completely cooperative; the actors were free to adapt the scenes to their own situation and way of interpreting, without deviating from the basic guidelines of the story. Monzón primarily aimed to create authenticity, and so, many of the actors were average people, without any interpreting knowledge. However, the "criminals" in the film had to deal with masterful actors such as Luis Tosar, Eduard Fernández, Sergi López and Bárbara Lennie. As Monzón commented, both sides had to pull their socks up, since some had to face experience and wisdom, and others, freshness and youth. Anyhow, Monzón showed a deep respect for all his actors, who, whether they had a significant role in the film or a small role in a scene, were protagonists.

With this film we have also witnessed the birth of the new Andalusian heartthrob who charmed Daniel Monzón during the casting of the film: Jesús Castro. "I saw his eyes...", the director confessed: "Very interesting eyes, with a magnetic gaze". According to him, some people suffer a total transformation on camera, although off camera they are not as flashy.

The encounter finished with compliments from several attendees to Monzón and its splendid job with this film; many affirmed to have felt a deep tension while watching it. The audience left the room with a sense of optimism and a desire to watch and make more movies than ever.

Diego Martín

Review: Pilar Colomo

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