Robert Allen Zimmerman, más
conocido como Bob Dylan, ha regresado
a nuestro país con su gira “Never
Ending Tour” (Gira interminable). Por decimotercera ocasión, el artista
visita España ofreciendo seis conciertos en ocho días tras pasar por Zaragoza,
Barcelona, Madrid, Granada, Córdoba y San Sebastián. Esta gira dista mucho de
ser un repaso de los grandes éxitos de Dylan, centrándose en presentar su
último disco Shadows in the night
donde interpreta las versiones de algunos éxitos estadounidenses popularizados
por Frank Sinatra, así como los éxitos de sus dos álbumes anteriores.
Aun siendo capaz de demostrar que
con 74 años se puede estar en gran forma, lo cierto es que este último tour por
nuestro país ha sembrado vientos por donde ha pasado. Desde las denuncias de
los teloneros por un supuesto
boicot por parte del equipo del artista, hasta el carácter hosco de un
Dylan que ni saluda ni se despide, pasando por la ausencia de sus grandes
temas, donde puede leerse entre líneas un intento de ennoblecer su última etapa
musical poniéndola al mismo nivel que sus trabajos capitales. A pesar de todos
los peros que parece haber diseminado
el artista entre el público español, lo cierto es que un concierto de Dylan
continúa siendo, a nivel musical y a pesar de los años, para quitarse el
sombrero, aunque él lo mantenga siempre puesto.
Poco se puede escribir sobre este
mito viviente que no se haya garabateado ya. Su longevidad musical está marcada
por decenas de grandes éxitos que lo convirtieron en uno de los artistas más
influyentes del siglo XX. Ni la guitarra, ni los teclados ni la armónica se le
resistieron a la hora de navegar por el rock, el blues, el folk e incluso el
country, lo cual le valió numerosos premios musicales. Sus letras, influidas
política y filosóficamente, plantaban cara al predominio musical del pop dando
lugar a grandes éxitos como Blowin in the
Wind, Like a Rolling Stone o All along the watchover.
Las contrariedades empiezan, al
igual que ha pasado con innumerables virtuosos a lo largo del tiempo, cuando el
mito parece superar al artista. Llega a ser comprensible que el ego de Dylan no
actúe en estadios pequeños, e incluso su interés por defender su último estilo
musical frente al hastío de interpretar los mismos temas durante casi cincuenta
años, pero sea cual fuere la magnitud del mito, este debiera dedicarse siempre
a su público. La desconexión del artista con los espectadores, denostada en
esta gira por nuestro país, parece atraer a la multitud hacia el auditorio tan
solo por la experiencia de “haber estado allí”, generando un sentimiento
nostálgico por una época musical envejecida. Quizá Dylan haya evolucionado al
margen de su público, pero lo cierto es que a pesar de este pequeño declive
creador, verle en directo sigue siendo sinónimo de sonido impecable y
virtuosismo musical así como de formar parte de la envolvente atmósfera que
desprende cuando se sube a un escenario.
Al repasar su discografía debemos
recordar que aún hay mucho que agradecerle a uno de los mejores músicos de la
historia reciente, reparando en como Bob Dylan, a pesar de que los tiempos estén cambiando (The
times they are a-changing) es capaz de autorretratarse (Self Portrait)
para mostrarnos su otro lado (Another
side of Bob Dylan), demostrando quizá que el mundo está equivocado (World gone
Wrong), y que aunque no apreciemos como él las sombras de la noche (Shadows
in the night) conseguirá convencernos de nuevo y llevarnos de vuelta a
casa (Bringing
it all back home), bajo el rojo cielo (Under
de Red Sky) del horizonte de Nashville (Nashville Skyline).
Adriana Cardoso Navarro
Bob Dylan: Without removing his hat
Robert Allen Zimmerman, best known as Bob
Dylan, has returned to
our country with his “Never Ending Tour”. He
has visited Spain for the thirteenth time offering six concerts in eight days
in Zaragoza, Barcelona, Madrid, Granada, Córdoba y San Sebastián. This tour is
not a review of the Dylan’s hits, it is focusing on present their latest
record, Shadows in the night, where
he plays the versions of some American successes popularized by Frank Sinatra,
and also his two preceding records.
Even being able
to demonstrate that is possible to be fit as a fiddle with 74 years old, truth
is that this last tour is being controversial. Starting by the support band’s
denounces for the pressumed boycott of the Dylan’s team, untill the Bob’s
character who doesn’t say hello or goodby, passing by the absence of big hits,
where it’s possible to read between the lines an attempt to ennoble his last
final stage. Despite all those « but » wich has generated the artist
between the spanish spectators, truth is that a Dylan’s concert is still to
remove our hats, although he keeps it.
Little can be said about this myth that hasn't already been said. His
musical longevity is marked by dozens of big hits that made him one of the most
important artists of the XX century. The guitar, the piano, the harmonica… no
one resist to him to discover the rock, the blues, the folk even the country,
that served to him to win a lot of musical awards. His lyrics was influenced by
the policy and the philosophy, facing up to the pop predominance and creating
big hits like Blowin in the Wind, Like a Rolling Stone o All along the watchover.
The contrariness start, as has happened with other musicians over time,
when the myth overcome the artist. It could be understandable that the Dylan’s
ego doesn’t play in little stadiums, or even his interest for defend his last
musical style against the weariness of playing the same song during almost 50
years, but no matter wich is the myth magnitude, he should to be devoted to his
audience. The shutdown that he has with his spectators seem to attract the
crowds to the concerts just for the experience of « having been
there », generating a nostalgic feeling for a musical period aged. Maybe
Dylan has evolved apart from his audience, but the fact is that despite this
little slope creator, to see him in a concert is still a synonym of perfect
sound and virtuosity, and also to be part of the enveloping atmosphere that he
release when he gets on stage.
In reviewing his
discography we should remember that there is still too much to thank to one of the
best musician of the recent history, discovering that Bob
Dylan,despite that The
times they are a-changing is able to Self
Portrait himself,
showing us Another
side of Bob Dylan,
showing that World
gone Wrong and although we dont appreciate the Shadows
in the night like
him, he will achieve to convince us and Bringing
it all back home, Under
de Red Sky in the Nashville
Skyline.
Adriana Cardoso Navarro
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