La
lectura, un lujo al alcance de todos, y aún así un lujo desaprovechado y dejado
de lado por la mayoría. Los primeros y más conocidos motivos que le vienen a la
gente a la cabeza cuando piensa en esto son la falta de tiempo, la falta de
ganas o la completa falta de gusto por la lectura.
Muchas
películas muy conocidas en realidad están basadas en libros. Algunos de estos
casos son conocidos por la mayoría, pero hay otros que no son tan conocidos
incluso de llegar al punto de la completa ignorancia. Unos cuantos ejemplos de
películas basadas en libros son las fantasiosas sagas de “Harry Potter”, “Crepúsculo”
y “El Señor de los Anillos”, las románticas “Romeo y Julieta” y “Orgullo
y Prejuicio”, la dulce “Charlie y la
fábrica de chocolate” y las inolvidables “Forrest Gump” y “El curioso
caso de Benjamin Button”.
A pesar
de que se tarda más tiempo en leer un libro que no en ver una película, el
hecho de leer un libro tras haber visto la película basada en él, tiene sus
ventajas. Los libros, al ser más extensos, contienen más escenas que las que
aparecen en las películas. Tiene datos que no aparecen o apenas sí se perciben
en la película ya que se narra todo más detalladamente y eso sin tener en
cuenta que dependiendo del tipo de
narrador de la historia, se saben incluso los pensamientos de los personajes en
muchos momentos, cosa que en la película no suele suceder o no sucede con tanta
frecuencia. Además, en algunos casos, el final tiene tantas diferencias entre
el libro y la película que acaban siendo completamente distintos.
Aparte
de estas ventajas la lectura también tiene sus beneficios ya que ayuda al
desarrollo de la imaginación, aumenta el vocabulario del lector y mejora la
forma de expresión entre otras cosas.
Todo lo
anteriormente dicho no quiere decir que haya que dejar el cine y las películas
a un lado para pasarse a la lectura. Eso sería un gran inconveniente que habría
que evitar. Lo más recomendable sería la realización de ambas cosas, visualizar
películas y leer libros ya que, como en la vida, hay que aprender a ver las
cosas desde distintos puntos de vista y ésta es una buena forma de aprender a
hacerlo.
Ixone Laiseka.
The Forgotten Art of Reading
Many well-known films are in fact based on books. Some of these cases
are known to most, but there are others, which are not so well known or not
known at all. A few examples of movies based on books are the fantasy sagas “Harry
Potter,” “Twilight” and “The Lord of the Rings,” the romantic
“Romeo and Juliet” and “Pride and Prejudice,” the sweet “Charlie
and the Chocolate Factory” the unforgettable “Forrest Gump” and “The
Curious Case of Benjamin Button.”
Despite the fact it takes longer to read a book than to watch a movie,
the act of reading a book after seeing the film based on it, has advantages.
Books, because they are more extensive, contain more scenes than the movies and
they have details that do not appear or are barely perceived in the film,
because books relate everything in more detail. In a book, the writer can also
describe the thoughts of the characters, which rarely happens in films.
Moreover, in some cases there are so many differences in the end of the story
in the book and the film that it turns out to be completely different.
Apart from these advantages, reading also has the benefit of developing
the imagination, increasing the reader´s vocabulary, and improving
expressiveness amongst other things.
The above remarks do not mean you have to stop going to the cinema and
watching movies and switch to reading instead. Ideally you should do both, watch
movies and read books, because just like in life, you must learn to see things
from different points of view and this is a good way to learn to do it.
Ixone Laiseka.
Translation review: Yolanda Solo.
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