Jan 19, 2015

Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia

La última película del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu acaba de aterrizar en nuestra cartelera después de arrasar en la taquilla de medio mundo. Contando con un reparto de excepción como Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Naomi Watts y un largo etcétera, Iñárritu consigue que el espectador entre de lleno en el ritmo de la película sin tiempo para la desconexión durante sus casi dos horas de duración. Birdman habla sobre la vida de Riggan, un actor que alcanzó la fama en los 90 al interpretar al increíble hombre-pájaro en una saga de exitosas películas y que intenta dar un nuevo rumbo a su vida y a su carrera dirigiendo e interpretando una obra en Broadway. La elección de Keaton como actor principal parece entonces ‘no tan casual’ al haber encarnado éste al Batman de Tim Burton también en los 90.

El primer elemento a destacar del film es su maestral virtuosismo formal. Birdman está rodada en un falso plano secuencia donde la cámara va persiguiendo la acción, localizada únicamente en un teatro y sus alrededores. El ritmo no cesa, la historia no descansa en los cortes ni hay cambios temporales o espaciales. La película se zambulle pues en lo frenético del plano secuencia y, apoyada por geniales diálogos y una técnica impecable, no permite tiempos muertos. La elección de esta línea formal parece la respuesta del director a la manera contemporánea de hacer cine tras sus últimos fracasos fílmicos, demostrando que él también es capaz de adaptarse a la pirotecnia productiva y comercial y que puede incluso contar historias de “superhéroes”, pero eso sí, siempre made in Iñárritu. La película parece subir al pódium de creaciones del director mexicano al revelarse como una obra difícil de abarcar en su conjunto, llena de metáforas y dobles sentidos donde la importancia del subtexto solo se equipara con la fuerza visual de los planos.
De momento las nominaciones a cientos de premios cinematográficos parecen ir en sintonía con público y crítica, faltando aún por saber si logrará el afamado Oscar a la mejor película.  A pesar de ello, la crítica al mundo del cine aparece más que retratada en Birdman: el egocentrismo del actor y su miedo a encasillarse; la amargura de parte de la crítica; la simpleza de un público que no comprende el verdadero arte y la burla a un sistema que solo entiende de entradas vendidas son el eje temático central de la película. Keaton interpreta a un personaje que, al igual que Iñárritu, intenta triunfar haciendo lo que le gusta evitando rendirse a lo comercial, prescindiendo de echar mano de los “superpoderes”. Se respiran pues intentos de disociar popularidad y talento, aunque la película no reserve, en este aspecto, demasiado espacio para la esperanza.
En uno de los últimos actos del film Riggan intenta suicidarse durante la actuación, demostrando su resistencia a reconocerse como fracasado. Se instaura así el “Superrealismo” en el que los actores tienen que sentir lo que dicen en el escenario, tienen que emborracharse de verdad, tener sexo de verdad e incluso matarse de verdad si quieren reanimar la sangre de las venas de un arte dormido. Ya está todo visto y todo escrito, y la única manera de innovar pasa por ponerse una pistola en la cabeza. Birdman nos habla sin retraimientos de la importancia de trascender, de ser alguien o lograr algo como un simple Trending Topic, lo cual se traduce en el  habitual miedo a no dejar huella que experimentamos todos, hasta los hombres-pájaro, al interpretar nuestro papel en el teatro de la vida.

Adriana Cardoso

“Birdman” or the unexpected virtue of ignorance

The Mexican filmmaker Alejandro González Iñárritu’s last movie has just arrived to Spain after having succeeded around the world. Iñárritu engage the public into the film rhythm during almost two hours with the assistance of the great cast: Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Naomi Watts, etc. “Birdman” talks about Riggan, an actor who came to fame in the 90’s interpreting the Amazing Birdman and who is trying to turn his life and his career around making a play on Broadway. The fact that Keaton is the main actor isn’t something casual because he has interpreted Tim Burton’s Batman also in the 90’s.
The first element to be mentioned is the technical virtuosity. “Birdman” was shot in a fake tracking-shot where the camera pursues the action which is localized just in a theatre and its environs. The rhythm doesn’t stops, the story doesn’t rest at the transitions and there aren´t different spaces or times. The movie plunges into the frenetic tracking-shot and helped by the great dialogues and the perfect technique it doesn’t allow time out. The choice of that aesthetic line seems like the filmmaker’s response to the Hollywood way after his previous failures, showing that he is able to adapt to the visual pyrotechnic or even to tell superhero tales, but always in a made in Iñárritu´s way. The film climbs up the Mexican filmmaker podium by being a difficult film, abounds in metaphors with a very important subtext.
For the time, the Awards nominations are in tune with critics and public but we have to wait to see if it wins the Best Motion Picture of the Year’s Oscar. Despite this, the critic to the cinema business is always present in “Birdman”: the actor’s egocentricity; the critic’s bitterness; the public’s simplicity for not understanding the real art and the mockery of a system that only knows about the amount of sold tickets are the biggest part of the movie’s argument. Keaton plays the role of a character that, right as Iñárritu, tries to succeed without surrendering to the commercial interest. There are attempts to separate the talent and the popularity, but the movie isn’t too optimistic about this idea.
Avoiding recognize himself as a looser, Riggan attempts to suicide at one of the last movie’s sequences. He creates the “super realism” where the actors have to feel what they’re saying at the scenario, they have to get drunk for real, to have sex for real and also to kill themselves for real to wake up a sleeping art. It’s all written and it’s all seen, the only way to innovate is with a gun to their head. “Birdman” talks openly about the need to going beyond, about the importance of becoming someone or something (as a simple Trending Topic). That can be translated as the usual fear of not leaving a trace that we all suffer, even the bird-man, in interpreting a role at the life’s theatre.

Adriana Cardoso
Review: Pilar Colomo

 

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