Estamos ante uno de los estrenos más esperados de lo que resta de año, no solo por su historia, si no por el equipo que hay tras la película. Dirigida por Dennis Villeneuve, con un reparto de lujo que cuenta con nombres como Jason Momoa, Oscar Isaac y Javier Bardém y con uno de los mejores compositores de la historia de Hollywood; Hans Zimmer, no queda más que esperar la película con las expectativas por todo lo alto.
¿Qué
es Dune?
Dune es una obra tan
amplia y compleja que no podemos hablar de la película sin conocer un poco sus
orígenes.
Frank Herbert publicó en 1965 una novela que llegaría a ser considerada como una obra maestra dentro del género de la ciencia ficción. Cosechó numerosos galardones, Premio Hugo y Premio Nébula entre otros y obtuvo un éxito tal que, a día de hoy, sigue siendo la novela de ciencia ficción más vendida de la historia.
Así pues, no es de
extrañar que acabara llegando a la gran pantalla. En 1984 pudimos ver una primera
adaptación de la mano de David
Lynch y Kyle
MacLachlan (dupla que repitió unos años más tarde en la
imprescindible Twin
Peaks) que, aunque resultó un fracaso en taquilla, ha
terminado convirtiéndose en película de culto.
El fiasco ante el público
se debió en gran medida al tijeretazo de la productora en el metraje.
Inicialmente, la cinta tenía una duración de 8 horas, algo inviable para su estreno
en cines y, por ello, se decidió recortar primero a 5 horas para, finalmente,
dejarla en apenas 137 minutos. Obviamente, tal mutilación acabó por afectar a
la narrativa, dejando una trama llena de agujeros y algo confusa en su
resultado final.
Esa duración inicial de 8
horas, nos da una idea de la complejidad de adaptar la obra de Herbert.
¿De
qué va?
La historia tiene lugar miles
de años en el futuro, en un escenario donde la humanidad trata de sobrevivir
expandiéndose por todos los rincones del universo. Las grandes distancias entre
la capital del Imperio y los sistemas colonizados, provocan un aislamiento
paulatino, propiciando que en cada planeta surjan aristocracias y se cree una
especie de feudalismo galáctico.
Nos encontramos pues, en
un Imperio al más puro estilo de Juego
de Tronos donde el Emperador trata de mantener su poder en un
reino lleno de intrigas políticas, alianzas y conspiraciones.
Al contrario de lo que
podemos ver en las habituales Space Opera, veremos una sociedad con una
tecnología escasa. No veremos inteligencias artificiales ni máquinas
superavanzadas. En su lugar, tendremos a los Mentats, seres humanos entrenados
para ser capaces de procesar información como lo haría un ordenador de última
generación.
Pero los grandes protagonistas de la historia son Arrakis y la Especia.
Arrakis es el planeta en
el que se desarrolla la mayor parte de la historia. Un planeta desértico,
inhóspito y habitado por los gigantescos gusanos de arena. Es un lugar aislado
del resto del Imperio y peligroso. Sin embargo, posee el bien más preciado para
la humanidad, la Esencia. Esta esencia es una sustancia adictiva, considerada
una droga, que aporta la capacidad de ver el futuro, aumentar la esperanza de
vida y, en grandes cantidades, permite el viaje espacial y la posibilidad de
controlar el tiempo.
“Quién controla la
Esencia, controla el universo”
¿Cómo
será la adaptación?
La historia es de tal
envergadura que, el propio Dennis Villeneuve obligó a Warner Bros a dividir la
trama en dos películas.
La primera parte, como
decimos, llegará a nuestros cines el 17 de septiembre y cubrirá la mitad de la
novela original. La segunda mitad, esperamos que llegue justo un año después.
Pero esto es solo el
principio de lo que preparan Villeneuve y compañía.
Tras la adaptación en la
gran pantalla, Warner ofrecerá en exclusiva en la plataforma HBO Max la serie “Dune:
The Sisterhood”
Esta serie nos introducirá en el mundo de Dune a través de los ojos de una misteriosa orden compuesta únicamente por mujeres conocidas como Las Bene Gesserit, las cuales muestran unas asombrosas habilidades gracias al control sobre su cuerpo y mente. Esto las lleva a mover los hilos de la política feudal y las intrigas del Imperio. Dichas habilidades terminarán conduciéndolas al planeta Arrakis.
Tanto la serie como las películas forman parte de una única historia. Ambas están conectadas e, incluso, son coetáneas en el tiempo. Es de esperar, además, que el tono no varíe mucho ya que el propio Villeneuve forma parte del proyecto, encargándose del episodio piloto.
Todo hace pensar que esta
vez vamos a tener una buena adaptación, una película que haga justicia a la
obra de Frank Herbert. Y, para aquellos que no conocen el libro ni la película
original, estarán ante una más que interesante cinta de ciencia ficción.
Roberto García
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