Nov 1, 2016

EL Ciudadano ilustre


“El Ciudadano Ilustre es una comedia dramática dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn y escrita por Andrés Duprat. Está protagonizada por Oscar Martínez, que da vida a Daniel Mantovani, un escritor Argentino que se traslada con veinte años a vivir a Europa tres décadas después, tras haber recibido el premio Nobel de la Literatura, es invitado por su pueblo natal, Salas, a acudir a su nombramiento de “Ciudadano Ilustre”.  

Como bien se indica al principio del film, los libros de Mantovani están inspirados en los ciudadanos y la vida de su pueblo natal, al que no ha vuelto desde que se fue, por lo que la invitación que recibe parece despertar en él viejos fantasmas que creía perdidos. Tal vez la curiosidad de volver a ver a quienes alguna vez amo o el volver a las mismas calles con un nombre y una gloria que ahora lo rodea sean algunas de las razones por las que el protagonista de esta historia decide volver a su pequeño pueblo, donde nunca cambia nada.  

Una vez decidido el camino a tomar, Mantovani viaja a Salas desde Barcelona, y como suele ser habitual, a su llegada al pueblo, su regreso triunfal parece haber hecho que todos los ciudadanos le quieran y deseen compartir con él algunos instantes. Sin embargo, con el paso del tiempo en la película veremos como las razones que lo llevaron una vez a abandonar su lugar de nacimiento vuelven a salir a la luz, creando una atmósfera de tensión y crítica, en este caso a la sociedad argentina, que tampoco dista tanto de ser nuestra propia sociedad ni de nuestros propios conflictos. 

Sin duda alguna, cualquier persona, ligada a los conflictos sociales especialmente, verá en este personaje un reflejo de sí mismo. Abandonar un pequeño pueblo donde no pasa el tiempo, dejar a amigos y amores que sabemos no pueden llenar una profunda parte de nuestro ser y la esperanza y sueño que surge de ahí y el poder volver triunfales a donde una vez no encajamos para que todos vean lo que hemos logrado. Sin embargo, estas diferencias irreconciliables que se van desarrollando en clave de humor terminarán siendo mucho más que una razón para querer volver a salir de salas. A través de diversos enredos, situaciones incómodas y recreaciones satíricas de varios personajes, el final de está película, que tan imposible podía parecer al principio, acaba atrapando al espectador y haciéndole reflexionar sobre los múltiples temas de actualidad, que tienen que ver con el arte y la cultura, y que se asoman durante las diferentes escenas mezcladas con algo de humor para que no resulte tan difícil digerir nuestros propios errores. 

Esta producción, se trata de todo un ensayo de reflexión. El guion, fluido y con mucha naturalidad en la forma de interactuar de los personajes, supone un gran acierto en la recreación de lo que es un pueblo pequeño aquí, en Argentina y en todos los lugares del mundo. Sin embargo, todos los personajes pertenecen a arquetipos y no terminan de desarrollarse en ninguna dirección, incluso el protagonista vive la historia sin asumir demasiados cambios en su personalidad. Hay que reconocer que es este uso de personajes tipo lo que ayuda al humor y a sus situaciones cómicas.
 
Por otra parte, el mayor fallo de esta película, a pesar del gran acierto con el que comienza y se desarrolla hasta poco después, es que los conflictos que van surgiendo se van haciendo demasiado evidentes y predecibles. El final se va intuyendo desde poco más de la mitad de la película, y aunque si bien el punto de clímax puede resultar estremecedor, el final se resuelve de una forma demasiado correcta y dejando algunos cabos sueltos de los que el espectador posiblemente se pregunte al salir de la sala.
 
Si bien todo el film cuenta con un buen tempo y está bien distribuido, la parte final, donde se desata la locura parece olvidar esto y acaba sucediéndose de una forma extremadamente rápida y veloz, como un disparo. 

Por otra parte, el uso de la cámara, los planos y la fotografía acaban convirtiéndose en un elemento más de la narración de la película. El uso de éstos fuera de la película serían más que cuestionables en calidad y composición cinematográfica. Sin embargo, en el film funcionan como un pequeño engranaje más para mostrar lo desastroso, lo atrasado del pueblo, reforzando a que el espectador, de una forma sutil, acabe compartiendo la visión del protagonista  a cerca de la gente del pueblo, su sistema y la sensación de atraso.  
Lo que más cabe destacar de esta película es el haber logrado un relato divertido, lleno de humor y sátira pero que no queda vacío para el espectador, sino que es un gran ensayo de reflexión a cerca del arte y la cultura de una forma global, de la figura del artista y del atraso en aquellas personas que creen que a la cultura “hace falta protegerla”. El film, no acaba siendo nada más que un pequeño cuento de fábula en la que el artística nos habla a nosotros, espectadores, que acaban riéndose de sí mismos al ver a los personajes del pueblo, que tan bien nos representan sin nosotros saberlo.

  

THE ILLUSTROUS CITIZEN

 

 
“The illustrious citizen” is a comedy-drama directed by Gastón Duprat and Mariano Cohn, and written byAndrés Duprat. Oscar Martínez plays the leading role giving life toDaniel Mantovani, an Argentinian writer who moves to Europe in his twenties. After three decades he is awarded with the Nobel prize of literature and is invited by his hometown, Salas, to receive the title: “The Illustrious Citizen”. 
 
Mantovani’s books are inspired by everyday lifestyle and the citizens living in his hometown- a place he has not returned to since his departure for Europe. His arrival back home awakens old ghosts that were thought to have been lost forever. While carrying the feelings of nostalgia and the possibility of seeing old lovers and walking down familiar streets, Mantovani decides with his newfound glory that he wants to return back to his small town, where nothing ever changes.  
 
With careful planning Mantovani travels to Salas from Barcelona and is quickly greeted by every citizen with love and their desire to spend time with him. However, as the film progresses, his triumphal reappearance begins to fall heavy on him as he is soon reminded by all the reasons that made him want to leave his hometown in the first place. This provokes tension and allows for a critique on Argentinian society, echoing our own society and conflicts today.  
 
It is expected that many people, especially those involved in art and in social conflicts, will sought out parallels and look for reflections of their own selves within Mantovani’s character. Drawing from the idea of: abandoning a little town where time seems to stand still, leaving friends and loved ones behind because they will never fulfil anything deep or meaningful; where hope and fantasies of coming back home successful outweighs the memories of being different and an outcast, proving to others of their true capabilities. Nevertheless, the irreconcilable differences will dictate Mantovani’s reasons for leaving Salas once again.  
 
Through the use of misunderstandings, uncomfortable situations, mixing comedy and satirical devices from some of the characters, the film wins the viewer’s attention until the very end by opening up multiple topics, such as art and culture, that are prevalent in today’s society. It is obvious that the film serves to provoke the viewers with questions, allowing to open up discussions through criticism. The script is fluid and natural in the way that characters interact with each other. The film is able to inhabit the nuances that belong to small towns in Argentina and in the rest of the world.  
 
However, all the characters belong to common stereotypes. Their personalities and goals do not develop throughout the duration of the film, even Mantovani remains barely unchanged at the end. But, these are devices that allow the gags during the film to work. On the other hand, the film’s biggest flaw is that the middle part of the storyline, the conflicts become predictable. Despite the shocking climax, the ending can be anticipated and it felt rushed by finishing too quickly. Therefore, even if the whole film has a good and well balanced rhythm, the final part, where the madness is untied, develops too fast, almost like a gunshot. This might leave viewers confused, wondering how certain things got resolved, as they exit from the cinema.
 
 
The film’s use of cinematography and camera-work also ends up being a vital part of the story’s narration, highlighting the quality and composition. They add to the story by acting like cogs in a machine, pushing and turning to reveal the disaster and the backwardness of the town. This is to enhance the feeling of how the viewer, along with Mantovani, observes the town’s citizens, their system and the feeling of being slow and lethargic. Nevertheless, what stands out the most from the film is that it has created a funny story, full of satirical humour, and the ability to reflect on art and culture in a global way. Challenging the image of the artist and the backwardness of those people that believe culture “has to be protected”. Through this method, the film becomes a tale in which the artist talks to the viewers, and is able to have them laugh at themselves while watching the characters of the town that reflect the people of today, without them noticing.
 
Itsaso Pol
Translation review: Gianni Nanula
 

 

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