Todo está en
Internet, incluyendo todos nuestros detalles personales. La privacidad online
no existe. Todas las empresas y compañías saben nuestros gustos y utilizan esta
información sin cuidado, dirigiéndose hacia nosotros con publicidad
personalizada. Es un negocio. No hay ninguna ley que controle Internet, por lo
tanto, ¿dónde está el límite entre la vida privada y la pública?
Todo empezó como una
nueva forma de comunicación para militares pero Internet ha ido expandiéndose
en la última década hasta el punto que todo el mundo hace uso de él. Ahora cada
persona utiliza Internet en sus casas e incluso en sus teléfonos móviles.
Internet es parte de
nuestras vidas tanto que podemos ser localizados por nuestra actividad online,
nuestros datos, emails, números de teléfono, dirección e incluso nuestros
detalles bancarios. Nuestra vida es como un “Gran Hermano”, todas las empresas
saben nuestros gustos y pueden utilizar dicha información para anticipar el
comportamiento del consumidor.
Además, Internet ha
cambiado nuestras vidas porque ninguno de nosotros es anónimo, nuestra
actividad online está rastreada. Incluso Google celebra tu cumpleaños con un
‘doodle’ personalizado (un icono virtual de Google).
Muchos de nosotros no
nos damos cuenta de la situación actual sobre cuántos datos están registrados
en la Red. Solo nos dedicamos a poner nuestros detalles y crear una nueva
cuenta de email, comprar ciertas cosas o interactuar con nuestros amigos en
redes sociales. Sin embargo, cualquiera con conocimientos sobre ordenadores
podría obtener nuestra dirección o cuenta bancaria con un solo ‘click’.
El problema es que
confiamos en la Red. A cada uno le llega una publicidad específica. ¿Por qué?
Porque nuestra información personal es pasada de unos a otros. Cuando compramos
un ticket de un concierto en Internet automáticamente recibimos un email de
empresas que se dedican a este mundo.
Dado que no hay unas
verdaderas leyes efectivas para protegernos como usuarios, nuestro sistema
legal necesita tiempo para ponerse al día de la progresión tecnológica. Lo que
es cierto es que cada persona merece tener privacidad y que esta sea protegida.
Ruth Martin.
INTERNET, THE NEW BIG BROTHER
Everything is on the Internet,
including all of our personal details. Online privacy does not exist. Every
brand knows our tastes and they use this information without caring, targeting
us with personalised advertising. It is business. There is no law on the
Internet so where is the boundary between privacy life and public life?
It all started as
a new form of communication for military but the Internet has been expanded over
the past decade to the point where everyone goes online. Every single person
now has the Internet in their house and even on their phone.
The Internet is
part of our life. Nowadays we are traceable in all of our online activity; our
dates, emails, telephone numbers, address and even our bank account details are
on the Web. Our life is like Big Brother. every brand knows our likes and can
use this to anticipate our consumer behavior.
Furthermore, the
Internet has changed our life because none of us are anonymous, our online activity
is tracked. Google even celebrates your birthday with a 'doodle' (a virtual
icon on Google).
Many of us do not
realise the current situation about how much of our data is stored. We just put
our details to create a new mail account, to buy our things or to interact with
our friends on social networks. However, anyone with the right computer skills
could get our address, our bank details just with a 'click' of a button.
The main thing is
that we trust the Internet. Every piece of online advertising is targeted. Why?
It is because our personal information is passed by one to another. When we buy
a ticket for a concert on the Internet, automatically we are mailed by related
companies.
Given that there
are no truly effective online laws aimed at protecting the average user, our
legal systems need time to catch up with technological progression. But what is
true is that every person deserves to have the human right of their privacy
being protected.
Ruth Martín.
Este artículo me ha recordado mucho a un vídeo que ví hace tiempo y me causó muchísima impresión:
ReplyDeletehttp://www.youtube.com/watch?v=k046eLzdU1o