No era un Pedro Almodóvar, ni tampoco un Amenábar. Ni
siquiera podríamos decir que era un Luis García Berlanga. Era, simplemente,
Jess Franco y ha muerto inaugurando el mes de abril a los 82 años.
Querido y odiado al mismo tiempo, el sexo, el bajo
presupuesto y la escatología eran la piedra roseta de su cine. Su género era el
cine de serie B, llegando a coquetear con la pornografía. Es esta mezcla de
ingredientes lo que ha hecho que no sea el director ideal para poner su nombre
a una plaza.
Con una carrera prolífica donde las haya, Tenemos
18 años (1959) fue el comienzo de su extensa carrera, rodando títulos como Bésame
Monstruo (1967), Las Vampiras (1970) o Fú Manchú y el Beso de la Muerte (1968).
Su obra más aclamada fue Necronomicón
(1967) inaugurando el festival de Berlín de ese mismo año y una de
las películas favoritas del director de culto Fritz Lang. (Metrópolis,
Furia, Gardenia Azul). A pesar de su avanzada edad terminó 2012 con otras
tres películas en su filmografía. Su tarjeta de despedida ha sido Al Pereira vs. the Alligator Ladies
(2013) estrenada a finales de marzo de este mismo año.
Criticado hasta
la saciedad por hacer películas en cadena, nos viene a la memoria un Warhol que
también fue criticado por hacer del arte una factoría en cadena,
poniendo a sus ayudantes a rellenar los colores de sus obras. Eso sí, no todo
han sido críticas ya que ha tenido a sus pies a actores de la talla de
Christopher Lee (El Señor de los Anillos), Paul Kinsky (Doctor
Zhivago) o Fernando Fernán Gómez (El Abuelo).
Una de sus últimas apariciones públicas fue en la
recogida del Goya de Honor en el año 2009 ya en silla de ruedas y acompañado
por su esposa, Lina Romay. Tras la muerte de ésta en mayo del año pasado su salud
se resintió.
No sabemos si Jess Franco va a ir al cielo o al
infierno. Puede que el tiempo lo encumbre o lo destierre al olvido (no será el
primero ni el último). Pero si sabemos que pasó por el cielo y por el infierno
a lo largo de toda su carrera, que experimentó, creó incansablemente y fue el
máximo exponente del genero que trabajó; y lo más importante, amó su trabajo
hasta el final, alimentando sus más de 50 años de carrera con nuevas películas.
Nos consuela que la Academia se diera cuenta a tiempo que
se puede amar el cine de una forma inversamente proporcional a lo recaudado en
taquilla; por poco se nos va sin ese Goya de Honor tan merecido.
Con una pasión como la suya, no hace falta que nos
guste el cine de serie B para admirar a Jesús Franco Manera, Jess Franco para
la historia del cine español.
Descanse en paz.
Carlos Barea
LIFE AND DEATH OF THE ANTAGONIST OF SPANISH CINEMA
He was not a Pedro Almodóvar, or an Amenábar. We cannot even say that he
was a Luis García Berlanga. He was simply Jess Franco and he died at the
beginning of April, at the age of 82.
Loved and hated at the same time, sex, low budget movies, and scatology
were the Rosetta Stone of his cinema. His genre was B-movies, bordering on
pornography. It is this blend of ingredients, which made him unsuitable for a
square to be dedicated to him.
With a prolific career, We Are 18 (1959) was the beginning of his long
career filming titles like Kiss Me, Monster (1967), The Vampires (1970) or Fu
Manchú and The Kiss of Death (1968). His most acclaimed work was Necronomicón
(1967) which opened the Berlin Film Festival of that year, and is one of the
favourite films of the cult director Fritz Lang (Metroplis, Fury, Blue
Gardenia). Despite his advanced age, he ended 2012 with other three movies in
his filmography. His farewell card was Pereira
vs. the Alligator Ladies (2013) premiered in late march of this year.
Criticized over and over again for making films one after the other,
similar to the way Warhol was also criticized for making art a production line,
getting his assistants to fill in the colours of his artwork. It is not all
negative and he had actors such as Christopher Lee (The Lord of the Rings),
Paul Kinsky (Doctor Zhivago) and Fernando Fernán Gómez (El Abuelo) at his feet.
One of his last public appearances was when he collected the Goya of
Honour in 2009, already in a wheelchair and accompanied by his wife, Lina
Romay. After the death of Lina in May of last year, his health suffered.
We don´t know if Jess Franco will go to heaven or to hell. He may be
resurrected or banished to oblivion (he won´t be the first nor the last).
However, we do know he passed though heaven and hell throughout his career, he
experimented and created tirelessly and was the leading exponent of the genre;
and most importantly, he loved his job right up until the end, after spending
more than 50 years making new movies.
At least the Academy realized in time that we could love the cinema in a
manner inversely proportional to the box office proceeds. He almost left us
without that well-deserved Goya of Honour.
With a passion like his, we
do not have to like the B movies to admire Jesús Franco Manera, Jess Franco for
the history of Spanish cinema.
Rest in peace.
Carlos Barea.
Translation Review: Yolanda Solo.
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