Roma se unirá, muy pronto, a las prestigiosas ciudades europeas de Barcelona
y París en el
proyecto para celebrar la figura de Pasolini, unos de los mayores intelectuales
y cineastas italianos del siglo pasado, que supo más que nadie representar en
sus obras esta versátil capital mediterránea. De hecho, desde el 3 de marzo hasta
el 8 de junio de 2014 se encontrarán expuestos, en el Palacio de las
Exposiciones, una serie de objetos, archivos, documentos, pinturas e
imágenes que conducen a la relación profunda y apasionada que el director estableció
con esta ilustre localidad italiana. Esta muestra, que fue inaugurada en
Barcelona el 23 de mayo de 2013, terminará su gira en Berlín en el Martin Gropius Bau,
a final de éste año.
La exposición se desarrolla cronológicamente en seis secciones, desde la
llegada del escritor en Roma en el 1950, hasta la noche de su trágica muerte en
Ostia en el noviembre
de 1975. Los espectadores van a conocer de cerca su gran vitalidad y
creatividad a través de las historias de sus amigos y amores, de las
descripciones de los lugares donde vivió, donde estableció sus novelas y
películas, hasta llegar a las persecuciones, debates y compromisos que adoptó y
por los que luchó a lo largo de los últimos 20 años de su vida. Una exposición
nunca vista sobre este cineasta y poeta italiano con un material tan amplio,
heterogéneo y en parte inédito, que ilustra sobre los innumerables aspectos de
sus muchas actividades e intereses. Los visitantes tendrán la impresión que el mismo
Pasolini les guía hacía el descubrimiento de la vida que desarrolló en Roma, su camino
errático, dinámico y rico de dudas, cambios, retractaciones y nuevas salidas. También
podrán darse cuenta del hombre excepcional que fue, con su fuerza creativa, su increíble
vitalidad, su pasión y sus luchas juntas a sus momentos de exaltación, de fe, de
entusiasmo y de angustias por el misterio que eran la vida y la tragedia que
siempre lo caracterizó. Roma para Pier Paolo Pasolini
no fue simplemente un conjunto de películas o un lugar donde vivir, con ella
instauró una relación particular, una mezcla de sentimientos de amor y de odio,
de fases de atracción juntas a otras de rechazo, de deseos de alejarse para dar
espacio luego al placer de volver. Gracias al descubrimiento de este universo
nació en él una poderosa inspiración para los temas de sus primeras novelas y
películas, y una exploración incansable y analítica sobre la sociedad italiana
de posguerra.
Roma fue el principal punto de observación, su campo de estudio, de reflexión y
de acción, hasta llegar a ser al final un lugar de persecución. Aquí el poeta fue
alcanzado por unos poderes que, contrarios al cambio que él auspiciaba y a sus denuncias,
lo transformó en el perfecto chivo expiatorio, en el hombre que debía ser destruido
a causa de su diversidad y al radicalismo
de sus ideas.
Así que considero esta exposición como el gusto homenaje a este gran intelectual
italiano del siglo XX,
que supo dejar una huella importante tanto en la sociedad de aquella época como
en la actual, con la esperanza que en Roma tenga el mismo éxito que ya tuvo en Barcelona y París.
Simona
CulturalNet
PASOLINI IN ROME
Soon Rome will join the prestigious European
cities of Barcelona and Paris
in the project to celebrate the figure of Pasolini, he was one of the greatest
intellectuals and Italian filmmakers in last century, who knew more than anyone
else how to capture this versatile Mediterranean capital in his work. In fact,
from March 3rd to June 8th 2014 a series of objects,
files, documents, paintings and pictures will be displayed at the Palace of Exhibitions that lead us to the deep and passionate relationship
established between the director and this illustrious Italian city. This
exhibition, which was opened in Barcelona on May 23rd, 2013, will
end its tour in Berlin at the Martin Gropius Bau,
at the end of this year.
The exhibition unfolds chronologically into six
sections, from the arrival of the writer in Rome in 1950, until the night of
his tragic death in Ostia
in November 1975. Viewers will learn about their great vitality and creativity
through the stories of their friends and lovers, descriptions of the places
where he lived, where he set his novels and films, as well as persecution,
debates and commitments adopted for which he fought over the last 20 years of
his life. An exhibition
never seen about this Italian poet and filmmaker, with such a broad,
heterogeneous and in part unpublished material, that illustrates the many
aspects of his many activities and interests. Visitors will have the impression
that Pasolini himself guides them through this discovery of life that developed
in Rome,
in his erratic and dynamic way, rich in doubt, changes, retractions and new ways
out. They may also realize the exceptional man who was with his creative
energy, his incredible vitality, passion and struggles together with moments of
exaltation, faith, enthusiasm and anxieties about the mystery that life is and the
tragedy that always characterized him. Rome, for Pier Paolo Pasolini,
was not only a movie set or a place to live, he established a particular
relationship with it, mixed feelings of love and hate, phases of attraction
together with rejection, feelings of wanting
to get away to enjoy then pleasure of returning. Thanks to the discovery of
this universe a powerful inspiration to make his earlier novels and movies was
born inside him, as well as a tireless and analytical exploration about postwar
Italian society. Rome was the main point of observation, his field of study,
reflection and action, to become ultimately a place of persecution. Here the
poet was hit by a power which, contrary to the change that was sponsoring him
and his claims, it became the perfect scapegoat, the man who had to be
destroyed because of the diversity and radicalism
of their ideas.
So I consider this exhibition a tribute to this
great Italian intellectual of the twentieth century, who
knew how to leave an important mark on the society of that time and today, and
I hope it succeeds in Rome just the way it did in Barcelona and Paris.
Simona CulturalNet
Translation review: Elvira Salinas
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