Mar 5, 2014

El Robo de Wall Street y la Fiesta de los famosos. Oscars 2014.

La gala de Los Oscars 2014 ha sido una noche sin sorpresas, donde los premios han sido fáciles de adivinar y las favoritas han triunfado. Gravity se lleva el primer lugar con seis galardones proclamándose la película de la noche. No obstante, la estatuilla de mejor película fue para 12 años de esclavitud, que consiguió tres galardones.  Her y Blue Jamine obtuvieron un galardón cada una y Dallas Buyers Club se llevó a casa los premios a los mejores actores, protagonista y de reparto; unos orgullosos Matthew McConaughey y Jared Leto, así como el de mejor maquillaje, probablemente el premio con menos presupuesto de la historia: 250$.  

El margen de sorpresa lo protagonizó El Gran Gatsby, que acabó consiguiendo dos galardones, cuando la popular  La Gran Estafa Americana o El Lobo de Wall Street se fueron de vacío. La gran decepción para el público fue sin duda que Leonardo DiCaprio perdiera de nuevo la oportunidad de llevarse su primer Oscar. El veterano actor, favorito en sus numerosas nominaciones, vuelve a ver cómo se le escapa la estatuilla reafirmando la leyenda de la ‘marginación’ que sufre por parte de los académicos.  


Las actuaciones musicales tuvieron el “minimalismo” como denominador común. Todas se sostuvieron únicamente en las voces de las estrellas, con una actuación en acústico en lugar de una puesta en escena espectacular. Destacó la actuación de P¡nk con la balada Over The Rainbow como homenaje al 75 aniversario del musical del Mago de Oz. U2 también sorprendió con un cambio de registro para encajar en este ambiente íntimo que aún así demostró que lo importante para llenar un teatro es una canción y una voz potentes. 

    
La actuación de Idina Menzel con la canción ganadora del Oscar a mejor canción original, Let it go, de la película de Disney Frozen, fue quizás la más esperada y la más decepcionante.  A la veterana actriz de Broadway los nervios le jugaron una mala pasada, y lo que debería haber sido la gran actuación de la noche acabó pasando con más pena que gloria. Una lástima por la verdadera magnificiencia de canción y cantante, que no pudieron brillar como debieran. El toque más optimista lo puso Pharrel Williams con su canción Happy, también nominada, de la película Gru 2, Mi Villano Favorito. Williams hizo de su canción un espectáculo en el que no sólo participaron un numeroso grupo de bailarines de todas las edades, sino que también hizo bailar a las actrices  Lupita Nyong’o, Meryl Streep y Amy Adams, muy espontáneas, dejando uno de los mejores momentos de la noche.  

Fue una gala de discursos preparados y metódicos, con algunos puntos brillantes como el de Jared Leto, que abrió la gala con el Oscar a Mejor Actor de Reparto, con un
emotivo discurso dedicando el premio a su madre. Una humilde Cate Blanchett alabando a sus compañeras nominadas, o un abrumado que tuvo un gran gesto abrazando a DiCaprio antes de subir a recoger su Oscar.

Finalmente, la gala concluyó con un momento histórico: la subida al escenario de Brad Pitt para recoger un Oscar por primera vez, como productor de la película 12 años de esclavitud. Pese a la emoción de ser su primera vez, Brad Pitt tuvo un rápido agradecimiento para cederle el testigo al director y alma de la película, Steve McQueen.


El acontecimiento que reúne a todas las estrellas de Hollywood demostró una vez más lo grande que puede ser el mundo del cine, y nos dejó muchos momentos memorables en el transcurso de la noche con la conducción de la humorista Ellen DeGeneres, que llevó el peso del evento de forma liviana y espontánea, haciendo protagonista a las estrellas del público en sus intervenciones. Una de las más comentadas fue
repartir pizza a las estrellas durante la entrega de premios, convirtiendo el Dolby Theatre de Los Ángeles en un improvisado restaurante. Los actores Brad Pitt y Kevin Spacey aunaron esfuerzos para repartir la comida a todos los asistentes. Leonardo DiCaprio, por su parte, no probó bocado, tal vez demasiado nervioso por el inminente premio a mejor actor, mientras que Jared Leto no dudó en hacerse con una porción para su madre, su acompañante en la gala. Los invitados reunieron alrededor de 300 dólares en el sombrero del artista Pharrell Williams para compensar los esfuerzos del repartidor, poniendo el toque humorístico a un acontecimiento único en la historia de los Oscar.
Las redes sociales, especialmente Twitter, se han convertido en un componente esencial de estas ceremonias, que hoy en día se consolidan como verdaderos fenómenos mediáticos mundiales. Un tweet de Ellen DeGeneres sobrepasó el millón de retweets y ya es el más retuiteado de la historia encontrándose tan sólo un día después con tres millones de RT’s, llegando a colapsar la red mundial de Twitter por unos minutos durante la gala. La presentadora inició la broma como una selfie con Meryl Streep a la que acabaron añadiéndose muchas de las estrellas cercanas, que también querían salir en la foto 

Ellen también tomó la iniciativa de repartir un premio de consolación para aquellos actores que perdieran en su nominación y, adelantándose a la entrega, le regaló a Bradley Cooper unos cupones de ‘rasca y gana’ para que no se fuese con las manos vacías. 
 


La alfombra roja también estuvo plagada de anécdotas entre los famosos, que mostraron su cara más bromista y festiva durante todo el evento. Fue sonada la nueva caída de Jennifer Lawrence, que se tropezó al salir del coche.

Los photobomb son ya un fenómeno incondicional de este tipo de eventos entre los actores más carismáticos, como Benedict Cumberbatch, cuya intromisión a la foto de los componentes de U2 se consagró como el photobomb de la noche junto con el de Jared Leto en la foto de Kevin Spacey y sus co-stars de House of Cards 


Las actrices embarazadas también fueron protagonistas de la noche, con estilismos muy diversos y con amenaza de explotar en cualquier momento.


Si de algo no cabe duda es que Los Oscar son la fiesta del cine, es una noche para que las estrellas y los espectadores disfruten homenajeando al séptimo arte. 

Isabel S. Samaniego


The Robbery of Wall Street and the Stars Party. Oscar 2014.


The Oscars 2014 has been a night without surprises, with predictible awards and succeeding favourites. Gravity took first place with six awards proclaiming to be the movie of the night. However, the statuette for best motion picture went to 12 years a slave, which won three awards. Her and Blue Jasmine obtained an award each and Dallas Buyers Club took home the awards for best actors; Best Supporting Actor and Best Actor in a Leading Role, a proud Matthew McConaughey and Jared Leto. It also won the Best Makeup and Hairstyling award, probably the most under budget in history with $250.

The minimal surprise was The Great Gatsby, which ended up getting two awards, even when the populars American Hustle or The Wolf of Wall Street came empty. The big disappointment for the audience was definitely Leonardo DiCaprio, whom again lost the opportunity to accomplish his first Oscar. The veteran actor, favorite in his many nominations, came again to see how the statuette escaped from his arms, giving credit to the legend about him and the rejection by the Academy.

The musical performances were based on “minimalism”. They were all held only in the voices of the stars, with an acoustic performance rather than a spectacular staging. Stand out the performance of P¡nk with the ballad Over The Rainbow as a tribute to the 75th anniversary of the musical The Wizard of Oz. U2 also surprised with a different performance more accurate to this intimate ambience that showed that the important thing to fill a theater is a great song and a powerful voice.                     

Idina Menzel's performance with the Oscar winner for Best Original Song, Let it go, from the Disney movie Frozen, was perhaps the most anticipated and the most disappointing. Too much nerves crashed the Broadway veteran’s performance, and what should have been the great performance of the night ended up letting the audience down. A real shame for the true magnificence of song and singer, who could not shine like they should. Fun and optimism were starring in the Pharrel Williams performance of his song Happy, also nominated, from the film Despicable Me 2. Williams put on a show in which not only involved a large group of dancers of all ages, but also made dance the very actresses Lupita Nyong'o, Meryl Streep and Amy Adams, all of them very spontaneous, leaving one of the memorable moments of the night.

In the gala prevailed prepared and methodical speeches, with some bright spots like Jared Leto, who opened the show with the Oscar for Best Supporting Actor, with an emotional speech dedicating the award to his mother. A humble Cate Blanchett praising his fellow nominees, or an overwhelmed Matthew McConaughey who had a big gesture hugging DiCaprio before accepting his Oscar.

Finally, the show ended with a historic moment: the rise of Brad Pitt to the stage to receive his first Oscar, as producer of the film 12 years a slave. Despite the excitement of being his first time, Brad Pitt had a quick thank you to hand it down to the director and soul of the film, Steve McQueen.

The event that gathers all the Hollywood stars once again proved how great may be the world of cinema, and left us many memorable moments during the night with the hosting of Ellen DeGeneres, who drove most of the event with light and spontaneous, focusing the spotlight in the celebrities, the stars of the night. One of the most comented moments was the pizza delivery to the audience during the awards ceremony, turning the Dolby Theatre in Los Angeles into an improvised restaurant.

Actors Brad Pitt and Kevin Spacey joined efforts to distribute food to all attendees. Leonardo DiCaprio, meanwhile, did not eat, perhaps too nervous about the imminent award for Best Actor whereas Jared Leto did not hesitate to grab a portion to his mother, his companion at the gala. The guests gathered around 300 dollars in Pharrell Williams’s hat to pay the delivery pizza men, fooling around in a unique event in the history of the Oscars.

Social media, especially Twitter, have become an essential component of these ceremonies, consolidated today as true global media phenomena.   A tweet from Ellen DeGeneres accomplished one million retweets and is already the most retweeted of history having just a day after three million RT's, which even collapsed the global network of Twitter for a few minutes during the gala. The host started it as a joke to make a selfie with Meryl Streep, which developed adding many of the nearby stars, who also wanted to be in the picture has ended up making history. Ellen also took the initiative to distribute a ‘consolation prize’ for those actors who would lost the nomination and, anticipating the award, gave scratch coupons to Bradley Cooper so he wouldn’t leave empty handed.

The red carpet was also plagued with celebrity anecdotes, which showed their most joker and festive mood during the event. The new fall of Jennifer Lawrence, who stumbled out of the car, went viral in minutes.

The photobomb is already an unconditional phenomenon of such events among the most charismatic actors, such as Benedict Cumberbatch, whose interference to the photo of the components of U2 was consecrated as the photobomb of the night, along with Jared Leto's in a Kevin Spacey photo with his co-stars from House of Cards. Pregnant actresses were also stars of the night, with very different outfits and threatening to explode at any moment.  

If anything is certain is that The Oscars are the major film party, it is a night for stars and public to enjoy paying homage to the cinema. 

Isabel S. Samaniego

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