May 5, 2014

“Presas de Franco”

Presas de Franco
 
La muestra está organizada por FIM (Fundación de Investigaciones Marxistas) y lleva desde 2007 recorriendo diferentes puntos de la geografía española. En ella se ensalza el papel de la mujer en la época de la dictadura franquista.
 
A través de 44 paneles se hace un recorrido de cómo vivieron las mujeres reclusas en las principales cárceles de España. Los paneles, divididos en secciones, están compuestos de un texto informativo, fotos y documentos de la época como complemento a la información procedente de diferentes archivos públicos y privados. 

¿Qué cuenta?  

Los primeros lugares destinados a las mujeres que robaban o cometían otro tipo de delitos eran conocidos como galeras, originales del siglo XVII. Durante la II República las condiciones de estas prisiones empezaron a cambiar gracias a la figura de Victoria Kent, que luchó por humanizar estos espacios y, entre otros logros consiguió establecer las visitas “vis a vis”. También colaboró en el diseño de la Cárcel de las Ventas, inaugurada en 1932 y considerada la Prisión Moderna que terminó siendo un “almacén de reclusas” con la llegada de las tropas franquistas a Madrid.  

Tanto en esta cárcel como en la de Saturrarán, Prisión Central entre Guipúzcoa y Vizcaya, o en Les Corts (Barcelona), las mujeres recluidas eran políticas (“las rojas”) pero también eran esposas, madres, abuelas o hijas de hombres perseguidos por las tropas sublevadas del régimen. Los hijos de estas mujeres también eran encarcelados hasta los 3 años, edad en la que se les separaba para que sus madres “no les contagiaran de su ideología”.  

A través de los diferentes paneles se cuenta que las condiciones de las cárceles eran pésimas: la falta de higiene y la casi inexistente asistencia médica eran motivo de cientos de muertes de mujeres y niños por tifus o tuberculosis. A lo que hay que añadir la superpoblación de reclusas: en 1937 las tropas sublevadas encarcelaron a 400 mujeres en Málaga en un edificio que apenas tenía capacidad para cien personas. Otro ejemplo es el de la prisión de Barcelona, que aumentó el número de reclusos en más de mil en tan sólo un año.  

Dentro de las prisiones las mujeres trabajaban en talleres donde se hacían objetos de escritorio, bolsas de papel y agendas, cuyos beneficios eran destinados al Estado y empresas privadas. Pero los documentos también cuentan que no sólo se limitaban a trabajar sino que las políticas “seguían actuando por la defensa de su ideología” sin tener en cuenta las represalias. Así celebraban el 1 de mayo o “cosían sujetadores con los colores republicanos para lucirlos el 14 de abril”.  

El mayor castigo que aquellas mujeres recibían por sus actos en contra del régimen de Franco era el fusilamiento. Entre 1939 y 1944 se llegaron a fusilar a 2.663 personas, pero los medios de información no daban cuenta de ello sino que se centraban en hacer discursos misóginos de la mujer roja. Se destaca el fusilamiento en la Cárcel de las Ventas de 13 mujeres que se produjo el 5 de agosto de 1939 en venganza por el asesinato del comandante y guardia civil Isaac Gabaldón. El grupo de mujeres es el actualmente conocido como Las Trece Rosas. Otro suceso destacado es el de Segovia en 1949, donde un gran número de mujeres se pusieron en huelga de hambre en defensa de otras condenadas.  

En el régimen franquista la prostitución estaba permitida en los burdeles pero las que ejercían el oficio en la calle eran encarceladas, la mayoría niñas. 

Actualmente existen asociaciones de algunas de las supervivientes como la de “Mujeres del 36” (Barcelona), creada en 1997 para dar a conocer sus experiencias en la lucha contra Franco. Gracias a sus testimonios, exposiciones como “Presas de Franco” son posibles ya que muchos documentos no se pueden recuperar. 

 
María del Valle.
 
 


 

Exhibition “Presas de Franco” (Franco´s imprisoned women).
 
The exhibition is organized by FIM (Spanish initial for Marxist Research Foundation) and it has toured since 2007 through different parts of Spain. It extols the role of women at the times of Francoism.  
 
Through 44 panels, the exhibition makes a tour about how female recruits lived in the main prisons in Spain. All panels, divided into sections, consist of an informational text, pictures and documents to complement the information from different public and private archives. 
 
What does it say?
 
The first places for women who stole or committed other crimes were known as galleys, originals from the seventeenth century. During the Second Republic the conditions of these prisons began to change with the figure of Victoria Kent, who fought to humanize these spaces and, among other accomplishments achieved, she set visits “vis-à-vis”. She also helped designing Ventas Prison, that was opened in 1932 and was considered the Modern Prison, which ended up being a “prisoners´ warehouse” with the arrival of Franco's troops in Madrid. 
Both in this prison as in Saturrarán , Central Prison between Guipuzcoa and Vizcaya, or Les Corts (Barcelona), recruited women were politicians (“the red ones”), but there were also wives, mothers , grandmothers and daughters of men pursued by rebel troops of the regime. The children of these women were also imprisoned until they were 3 years old, when they were separated for their mothers not to “rub off their ideology.”  
 
Through the different panels one can realize that prison conditions were terrible: the lack of hygiene and medical care caused hundreds of deaths of women and children by typhus or tuberculosis. To which must be added the overpopulation of inmates: in 1937 the rebel troops jailed 400 women in Malaga, in a building that had capacity for only one hundred people. Another example is the prison of Barcelona, which increased the number of prisoners in over a thousand people within just one year.  
 
Within prisons women worked in workshops where they made stationery, paper bags and agendas, whose benefits were intended for the Nation and private companies. The documents include that the politician recruits not only worked but they also “were acting in defence of their ideology”, regardless retaliation. So they celebrated the 1ST of May, or “sewed up bras with the colours of the republican Spanish flag to wear them on the 14th of April”.  
 
The greatest punishment those women received for their acts against Franco´s regime was getting executed by firing squad. Between 1939 and 1944 2,663 people were shot, but the media did not show it. Instead they focused on making misogynistic speeches about left-leaning women. The shooting at Ventas Prison, in which 13 women died on the 5th of August of 1939, stands out. They were killed in retaliation for the assassination of commander and civil guard: Isaac Gabaldon. The women's group is now known as Las Trece Rosas (The Thirteen Roses). Another important event is the one that happened in Segovia in 1949, in which a large number of women began a hunger strike in defence of other condemned.  
 
In Franco´s regime prostitution in brothels was allowed, but women prostituiting themselves in the streets were imprisoned, mostly young girls.  
 
Currently there are associations of some of the survivors such as "Women from 1936” (Barcelona), created in 1997 to make public their experiences in the struggle against Franco. Thanks to their testimony, exhibits as “Presas de Franco " are possible since many documents can not be recovered.
 
Maria del Valle. 
 
Translation review: Pilar Colomo.

 
 
 

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