La amistad, la pasión hacia las bandas adolescentes o los cambios del crecimiento son algunos de los temas centrales de esta película de Disney Pixar.
Victoria Sotomayor
Título original: Turning Red
Dirección: Domee Shi
Año: 2022
Duración: 100 minutos
Nacionalidad: Estados Unidos
Género: Animación | Familiar | Comedia |
Adolescencia
Guion: Domee Shi, Julia Cho
Distribuidora: Disney+
Productora: Pixar Animation Studios, Walt Disney
Pictures
Reparto (dobladores): Rosalie Chiang,
Sandra Oh, Ava Morse, Hyein Park, Maitreyi Ramakrishnan, Orion Lee, Wai Ching
Ho, Tristan Allerick
Disponible en: Disney+
Pocas cosas son las que no se pueden
resaltar de esta película de Disney
Pixar. Los personajes, la banda sonora, los colores y la animación…
Todo unido se convierte en un cóctel perfecto para disfrutar de una tarde con palomitas.
Pero el groso del filme está en el trasfondo de la historia.
Domee Shi -la primera
mujer en dirigir una película de Pixar- presenta la historia de Mei Lee, una
niña china-canadiense de 13 años. Mei está entrando en la adolescencia y se
debate entre ser la hija modélica que su madre desea que sea y dejarse llevar
por las experiencias de la pubertad. Por si fuera poco, debido a una herencia
familiar, cada vez que da rienda suelta a sus emociones, se convierte en un
panda rojo gigante.
RED es de las pocas películas dirigidas a un público infantil que se atreven a abordar sin miedo el tema de la pubertad femenina. Y sí, “se atreven” porque para muchos esta época de transición de las mujeres es todavía tabú. Algo que no se debe mostrar y que las mujeres deben seguir guardando en silencio como si fuese algo de lo que avergonzarse.
Sin embargo, Domee Shi conocía los
riesgos que esta representación podía tener y aún así se lanzó a crear una película
animada sobre la pubertad donde esta se tratase como lo que es: algo
natural. Y qué mejor forma de hacerlo que con una metáfora.
Convertirse en un panda rojo
simboliza esa primera menstruación, y lo refleja de una forma muy real a pesar
de las alegorías: el miedo a lo desconocido, la montaña rusa de emociones, todos
los cambios hormonales… Algo que quizá no es lo más glamuroso, pero que forma
parte de la vida de toda mujer que está creciendo.
Porque, al fin y al cabo, eso es la pubertad: el reflejo del cambio a la madurez, una época donde los adolescentes están en una especie de limbo porque ya no son niños, pero tampoco adultos. Y la directora visibiliza esta transición femenina en todos sus aspectos, incluyendo la relación con los padres y los amigos.
En la película se ve cómo Mei Lee
se debate entre ser la persona que su madre quiere que sea o seguir
desarrollando esa propia personalidad que solo puede sacar cuando está con sus
amigas. Y aquí es donde de nuevo entra la ya tradicional enseñanza de Pixar
que suele calar más en los adultos que en los propios niños. En este caso,
recae en la importancia de ser uno mismo durante la adolescencia y estar rodeado
de tus seres queridos. En apoyarte en los amigos, quienes serán piezas fundamentales
durante esa etapa. En comenzar a descubrir tu propio lugar en el mundo,
alejándote inevitablemente del camino que desde pequeño han marcado los padres.
En definitiva, una película que
anima a ser uno mismo sin miedo a ser juzgado porque quien te quiere, te
respetará tal y como seas. Un mensaje aplicable también a los padres -en
especial a los sobreprotectores- para dejar cierta libertad a los hijos para
poder expresarse sin miedo, creando un clima de confianza.
A pesar de estas enseñanzas reflexivas, RED está camuflada de comedia, repleta de situaciones con chistes fáciles y bromas tontas típicas de la edad. Como ese amor platónico por bandas adolescentes que se refleja con el grupo 4*Town. Y es que otro de los aspectos reseñables de esta película es el respeto y el cariño con el que se trata el fenómeno fan. A diferencia de otras películas o series donde el fanatismo es objeto de broma o simplemente se ridiculiza presentándolo como “una enfermedad que ya se pasará”, RED lo ve como algo natural. Como algo por lo que todo el mundo ha pasado alguna vez en su vida.
En lo que respecta a cuestiones
más técnicas, la animación es sin duda lo que más destaca. La influencia del
arte japonés hace que la película se vea más bonita, más personal y, de
alguna forma, más real. Y es que se logra acentuar las expresiones de los personajes,
sabiendo exactamente qué está sintiendo cada uno en cada momento.
Del mismo modo, un guion
inteligente y una banda sonora inspirada en famosos grupos musicales
(Backstreet Boys, NSYNC o BTS) consiguen que la película
se haga amena y se disfrute.
Llegado a este punto, la única duda
que puede tener RED es: ¿por qué no se estrenó en cines? Un filme
de tanta calidad y con un mensaje tan importante debió haber acompañado a otras
películas en la cartelera del cine, en vez de ser estrenada directamente en la
plataforma online. Papeletas no le faltaba para haber arrasado en la
taquilla.
RED es una oda a la adolescencia. Presenta las luces y las sombras
que toda joven puede experimentar durante esos años y lo hace con un toque
cómico pero respetuoso. Es una de esas películas donde identificarse con algún
personaje no es muy complicado y cuyo mensaje hará reflexionar sobre la
pubertad.
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